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El re-cerrado, un factor que se valora cada vez más

Un envase plástico recerrable tiene la particularidad de ser pelable y permitir que una vez abierto pueda volver a cerrarse sobre sí mismo por presión. Existen distintas tecnologías para su obtención, siendo las más usuales:

> Incorporación de una resina tipo PSA (Pressure-sensitive adhesive) durante el proceso de fabricación del film plástico multicapa, siendo una de ellas la resina tipo PSA.

> Uso de etiquetas adhesivas incorporadas por la maquinaría de envasado. Esta se deposita sobre la superficie superior del film, previamente troquelado, para facilitar posteriormente su apertura.

> En menor medida se han desarrollado coatings o recubrimientos que incorporados en la capa interna del envase permiten su recerrabilidad.

Existen otros sistemas innovadores también en su presentación con estas características de facilidad de apertura y recerrado, como es el caso de las bolsas stand-up para carne procesada.

Reducción de desperdicio de alimentos

Otro aspecto importante es la reducción de desperdicio de alimentos o también denominado “food waste”, principalmente porque afecta directamente a sus gastos en alimentación, y también por su conciencia y solidaridad por no desperdiciar alimentos que podrían ser sustento para personas que padecen hambre. El packaging ha sido identificado por la FAO, y distintos organismos (CE, Wrap-UK), como uno de los elementos que pueden reducir el desperdicio de alimentos o “food waste”. Este término está referido a las pérdidas de alimentos que se producen antes, durante o después de su preparación en el hogar e incluye los alimentos descartados en su proceso de transformación, distribución, y venta.

Para los envases de loncheados cárnicos se ha extendido el uso de interleavers, láminas de papel recubierto o plástico que se intercalan entre las lonchas para facilitar su cómoda separación.