Cuenta Nana como le dicen en su casa y amigos más cercanos que lo que más duro le ha dado en este deporte es el tener que alejarse de la familia cada vez que llega una competencia y el tener que viajar la ponen muy triste ya que si por ella fuera se cargaría la familia para todo lado.
“Cuando fui a mi primer competencia en Villavicencio estuve muy triste a pesar de haber obtenido muchos triunfos, nada era completo porque mi familia estaba lejos, el primer partido ganamos 2 a 0 contra el equipo del Valle y 6 a 0 contra el equipo del Meta, perdimos 1 a 0 contra el Equipo de Cundinamarca y clasificamos a Bogotá y ello implicaba otro viaje pero a medida que ha pasado el tiempo uno se va acostumbrando, ya que cada sueño tiene unos sacrificios.”
Jorge Espinel su entrenador, la describe como una chica de un talento impresionante, excelente en el juego uno contra uno, de un juego impecable en la posición de lateral.
Como la niña de 14 años que inició su carrera deportiva en el año 2014, y ha llegado muy lejos, se nota diferencia en ella desde el día que jugaba fútbol como aficionada en compañía de su hermano y de su tío, en las canchas del casino del club campestre las cuales administraba su abuela, ya han pasado 3 años desde que se presentó para ser parte de la Selección Tolima Femenina de Fútbol, en una competencia donde escogieron a 18 chicas de 25 que se presentaron.
En la actualidad Ana María continua entrenando con el Club Deportivo Talento Tolimense y asistiendo a campeonatos como el llevado a cabo el año pasado en la ciudad de Bucaramanga organizado por el Club Botín de Oro, en el cual llegaron a la final y quedaron subcampeonas en la categoría prejuvenil, las ganadoras fueron las jugadoras del equipo de Formas Intimas (uno de los mejores clubes de Colombia) quienes ganaron 2 a 1.
“También una de las cosas más difíciles de este deporte es el aprender a levantarse, en medio de las derrotas y lesiones que no faltan” comenta Ana María luego de una lesión de Tobillo que la alejó por unos meses de las canchas, tras lesionarse el mismo tobillo dos veces, la primer vez en medio de un partido contra un equipo masculino, como parte de un entrenamiento y la segunda vez en los juegos intercolegiados en el municipio del Líbano que tuvo como resultado la lesión de segundo grado con fractura, un mes en muletas y 10 terapias más para poder recuperarse.
Sin duda es una guerrera de las canchas, ama tanto el fútbol que no le importa el dolor que ha causado cada una de las lesiones, ni la más grave que tiene actualmente en la rodilla, tras asistir a los intercolegiados en los cuales llegaron a la final nacional y quien la tiene por un par de meses a la espera del torneo que se realiza en diciembre en la ciudad de Palmira.
Sin embargo como ella misma afirma no todo son triunfos, de las derrotas también se aprenden, entre ellas la del año 2015, cuando las competencias se trasladaron al torneo zonal realizado en la ciudad de Tunja, era la segunda vez que participaban en este torneo, jugaron contra Bogotá, Boyacá y Santander, con un solo partido a favor, el jugado contra el equipo de Santander y dos en contra, Bogotá y Boyacá, quedando eliminadas en primera ronda, no obstante nada de esto logra derrumbarla ya que siempre lleva en mente lo que anhela lograr en la vida deportiva, así como cada uno de los logros obtenidos que la impulsan a seguir a delante, como el día en que anoto el gol de la victoria, en la fase regional en la ciudad de melgar y que la llevo a clasificar junto a su equipo a la final nacional de clubes.
Continua luchando con fe, a la espera de su pronta recuperación, ya que sueña con poder viajar a la próxima competencia, el Campeonato Nacional de Fútbol Femenino que se llevara a cabo en la ciudad de Palmira, en el mes de Diciembre.
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