Se declaraba ateo con un sentido de enorme espiritualidad y todos los días jugaba con el acertijo que solía mencionar: Buen Dios. Por eso, tal vez durante años se había unido al grupo de artistas cuánticos, quién sabe si algún día de las energías podría entender cómo dar sentido a la vida de sus homínidos.
Sin embargo, sus últimos trabajos se han vuelto muy inquietantes, la transferencia entre lo humano y lo inhumano fue fundiéndose en su propia imagen. EL SUEÑO DE PODER DAR VIDA se estaba materializando en su propia vida con el arte.
Sus actuaciones en video en su lecho de muerte son emblemáticas y extraordinarias, que personalmente considero su obra maestra. .. la ironía y el final inminente se encontraron en la frase que sopló como un coronavirus brama a través de la máscara:
“Soy Gabriele Cavagna director del museo fantástico .... “ etc ..
Esperamos que de ese museo más allá de la vida lleguen, cuantitativamente otro de sus asombrosos inventos y que finalmente pudo conocer a ese Buen Dios que tanto había buscado, como gran artista ateo y racional ... Franco
IAMAQ Magazine 3/2020