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PA`L PALADAR Un sitio en donde sobran las PALABRAS Hace dos años, Christian Jean Melo Vargas y su es- posa, Jessica Mojica, se encontraban fantaseando, como muchos bogotanos, con la idea de conformar su propia empresa pero, aún no habiendo encontrado esa brillante idea que fuera digna para arriesgarse a materializarla, se veía en una inmensa incertidumbre. Hasta que un buen día, Melo, estudiando en el Sena, vio a dos personas ha- blando en lengua de señas, se detuvo a contemplar la flui- dez con que esos dos sujetos hacían gestos con sus manos y continuó con su día. Aunque Melo no se detuvo a pen- sar sobre el momento, ese evento tan aislado de su coti- dianidad empezaría a tener relevancia los días siguientes y el resto de días hasta llegar al día de hoy. De la mano de su esposa, empezaron a hacerse pregun- tas sobre aspectos de la vida de personas que hacen parte de la comunidad con discapacidad auditiva, sentían suma curiosidad por conocer los modos en que este grupo viven- cia la capital: ¿A qué lugares salen a divertirse? ¿A cuáles a tomarse algo? o ¿A qué sitios van simplemente a pasar un rato? fueron unas de las muchas preguntas que se hizo la pareja, todas con un mismo norte: ¿Qué lugares eran pro- pios y pensados para esta comunidad? 26 | Húpia El resultado fue entristecedor, aun cuando en el 2005 el censo general indicó que 455.718 personas, solo en el territorio colombiano, tiene limitaciones auditivas, no existía el primer establecimiento que se acoplara a esta en Colombia. Sin embargo, la situación no es únicamente reprobable en nuestro país, en todo el mundo solo existen seis lugares específicamente diseñados para atender las necesida- des de la gente sorda, y las cifras son aún peores cuando ha- blar de América Latina se trata, pues solo existe un café-bar, ubicado en Nicaragua, a lo largo de todo un continente. Fue a partir de este panorama desprovisto y olvidado sobre lo que es una población minoritaria (pero considerable), que se consolida una sociedad de tres cabezas: Cristian (el Geren- te General) su esposa Jessica (la Contadora) y María Fernanda Vanegas Vargas (la Directora de Comunicaciones y hermana de Cristian). Así, el 14 de junio de 2017 se inaugura Sin Palabras, un espacio para el esparcimiento, el goce y la simpatía, sin la necesidad de hacer uso de la escucha y por tanto de articular palabras al espacio, pues aunque sea un bar adecuado para la discapacidad auditiva, este lugar no pretende exiliar a los oyen- tes, sino propiciar un espacio de empatía, siendo cómplices de una manera distinta, a la de la mayoría, de percibir la vida. Buscando el Alma Humana Dentro de las particularticulari- dades que se puede encontrar en el café-bar, está el sistema a la hora de realizar el pedido, lo que más ha lla- mado la atención a los oyentes, pues al sentarse en una mesa, el sujeto se encuentra con el menú y una cartilla de instructivos visuales básicos (para quienes tengan desconocimiento de la lengua de señas); luego, para lla- mar al mesero (quien por supuesto es sordo) basta solo con oprimir el inte- rruptor que enciende una luz que se encuentra sobre cada mesa; y final- mente cuando haya llegado el mese- ro habrá que valérselas con la carta, los instructivos de la cartilla y so- bretodo bastante astucia, para ser lo más claro posible y así obtener éxito en lo que desea consumir. Otra de las cualidades más llamati- vas, que se relaciona directamente con la experiencia de los no-oyentes, es el piso