HUMANO | Page 10

Negar que el mundo moderno exige hoy en día más pensar desde lo humano, es cuando menos, ingenuo. En textos de diferentes autores y expertos que he leído con interés, me ha llamado la atención algo que traen a colación varios de ellos: “El éxito de una organización va soportado desde las personas que la conforman. Si no logramos entender que este factor es de vital importancia y que nuestra empresa se soporta en las personas que acoge, eventualmente seremos quienes nos consumimos con el éxito anhelado.”

En materia de desarrollo humano, sabemos cual es el objetivo general: satisfacer las necesidades humanas. Pero si a ello le agregamos objetivos como la articulación orgánica con la naturaleza y la tecnología, comprendemos entonces que necesitamos entender las nuevas formas y herramientas (tendencias) de atracción, reclutamiento y selección de personal para optimizar estos procesos hacia esta dirección. Por otro lado, los efectos positivos que genera, para el desarrollo humano, son directos y efectivos.

Ahora bien, este desarrollo parte desde la sostenibilidad organizacional, quien es la que dicta, a fin de cuentas, si se está andando por buen camino. Desde esta sostenibilidad, atender lo social, significa permitir que un esfuerzo conjunto se haga cargo de que la organización se mantenga productiva en el tiempo. Así, de la mano de lo económico, trabajar estratégicamente desde el personal con unos lineamientos específicos nos permite prender el motor del proceso de desarrollo. En otros casos como el ambiental, que está ahora en el centro de la nueva conciencia mundial, este tipo de evolución en esta clase de procesos permite no solo aportar físicamente, sino también permite educar desde las formas y bases de los procesos hacia la conciencia que exige el nuevo mundo

Así las cosas, es evidente que adaptarse a las tendencias puede ser el factor que haga la diferencia entre una compañía sostenible y un peso más que cargar.

El nuevo mundo nos exige

Por: Santiago Diez Mejía