La adoración puede definirse como el acto de honrar y amar a
una deidad, ídolo o persona de una manera “desinteresada”. El
acto de adoración implica al ser total involucrado en dar alaban-
za, acción de gracias y reverencia a esa deidad, persona u obje-
to material. No es un asunto poco entusiasta, y sólo después de
distinguir entre lo que es y no es la adoración, con respecto al
objetivo divino, podemos empezar a responder a la pregunta an-
terior más plenamente
“Un corazón re-
dimido, ocupado
con Dios, que se
expresa en adora-
ción y acción de
gracias”.
Entonces, la verdadera adoración de
Dios se distingue por los siguientes cri-
terios: en primer lugar, se trata del cora-
zón redimido de un hombre o una mujer
que ha sido justificado ante Dios por la
fe y que confía en el Señor Jesucristo
para el perdón de los pecados.
la verdadera adoración a Dios es el de-
seo de continuar aumentando nuestro
conocimiento de Dios. ¡Cómo hemos per-
dido ese deseo en estos días! Aparte de
la Biblia, que nosotros deberíamos estar
leyendo diariamente, tenemos que com-
plementar nuestro conocimiento me-
diante la lectura de otros buenos libros,
también. Tenemos que llenar nuestras
mentes constantemente con las cosas de
Dios; Dios siempre debe estar en nues-
tra mente, y todo lo que hacemos debe
hacerse con referencia a Él (Colosenses
3:17; 1 Corintios 10:31).