Materialidad arraigada al lugar
Sostenibilidad y arraigo cultural
Morada de Piedra representa así un ejemplo paradigmático de arquitectura contemporánea con conciencia local.
Materialidad arraigada al lugar
La selección material de Morada de Piedra constituye un homenaje deliberado a la tradición constructiva local. Los muros de mampostería de piedra dialogan directamente con la arquitectura vernácula de Malinalco, mientras que los suelos y encimeras de concreto pulido, teñidos con tierra del propio sitio, refuerzan la conexión telúrica del proyecto. En contraste, la ligereza visual de la estructura del techo, compuesta por viguetas y bovedillas con acabado en estuco blanco, genera una sensación de amplitud aérea que equilibra el peso visual de los elementos pétreos. Esta dualidad material refleja la intención de crear un refugio que sea simultáneamente protector y abierto.
Sostenibilidad y arraigo cultural
Más allá de su valor estético, el proyecto incorpora elementos de herrería artesanal elaborados por maestros locales, aprovechando la rica tradición forjadora de la región. Esta decisión no sólo aporta un carácter distintivo al conjunto, sino que reduce significativamente la huella ecológica de la construcción al privilegiar materiales y técnicas del entorno inmediato.
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