Estancias conectadas y el infinito
Casa Luna
Un homenaje a la naturaleza chilena .
En las colinas verdes de las faldas de los Andes chilenos , los arquitectos y artistas Sofía von Ellrichshausen y Mauricio Pezo construyeron su nuevo hogar llamado Casa Luna . La zona que eligieron está aislada y rodeada de bosques y agua dulce que corre por los pequeños arroyos que bajan de los Andes . La construcción es grande y tranquila a la vez , cuya estructura se erigió sin perturbar el entorno natural . De hecho , es un conjunto de doce edificios diferentes separados entre sí por juntas sísmicas visibles . Decir que esta colección de bloques de hormigón es una casa sería demasiado simple . Decir que es un museo sería demasiado humilde . Al margen de su carácter secular , este grupo de edificios es más bien un claustro . Tiene un perfil severo , ( una vez más ) una huella cuadrada dividida por una cruz asimétrica , con habitaciones en el perímetro y en su núcleo .
Estancias conectadas y el infinito
Estas habitaciones se despliegan horizontalmente en torno a cuatro patios diferentes : uno , alargado , que sigue el terreno natural junto con el amanecer y el atardecer ; otro , también alargado , orientado al norte y totalmente plano , con una corriente de agua que conecta un solitario avellano y dos extremos triangulares ; otro más , sin dirección , con un jardín circular de flores ; y un último que triplica su tamaño , con un estanque y varios árboles viejos . El nombre de esta intrincada estructura viene dado por el tamaño de este patio más grande , que equivale al
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