na , comedor y sala se abre dramáticamente hacia el jardín a través de ventanales de piso a techo .
La vivienda , que se extiende sobre 481 metros cuadrados , se materializa como una composición geométrica de prismas que parecen emerger de la tierra misma .
Todo en la medida perfecta
La transición entre espacios ha sido cuidadosamente coreografiada : los pasajes entre los volúmenes masivos generan una sensación de compresión que desemboca en una expansión dramática hacia el jardín y las vistas montañosas . Un ambiente familiar tipo biblioteca y un comedor exterior complementan el programa , articulándose con un tercer patio que se refugia en el rincón de la propiedad . Casa LL representa una obra maestra en el arte de la introspección arquitectónica , donde cada prisma , cada vacío y cada recorrido han sido meticulosamente pensados para crear una experiencia espacial que honra tanto la privacidad como la conexión con el paisaje dramático de Tepoztlán .
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