Construir para durar, no para cubrir
En un mundo saturado de revestimientos brillantes, techos falsos y superficies“ perfectas”, surge una tendencia contracorriente: el regreso a la honestidad material. Más que una moda, es una postura ética y estética que valora la expresividad genuina de los materiales tal como son. Interiores a la vista representa esta filosofía: espacios donde el concreto, la madera contrachapada, el acero o incluso las instalaciones vistas no se ocultan, sino que se celebran. Esta corriente no busca la crudeza por provocación, sino por convicción. Frente a los acabados sintéticos, que imitan sin ser, la arquitectura interior que apuesta por la claridad material ofrece una experiencia más auténtica, táctil y duradera. Lejos de“ decorar” con capas superpuestas, propone diseñar con el alma del edificio.
Construir para durar, no para cubrir
La materialidad auténtica exige rigor: no permite errores fáciles de tapar. Pero esa exigencia se traduce en calidad duradera. Ejemplos como Impact Hub Berlín o OURIO Coffee demuestran
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