De lo rural a lo urbano: la artesanía como lenguaje contemporáneo
Marcas con memoria: rediseñar el pasado para construir el futuro
ente por parte de los usuarios: habitar espacios que reflejen autenticidad, pertenencia y respeto por la historia. La proyección del mercado global del arte y la artesanía alcanzará los 74,500 millones de dólares en 2031, impulsada no solo por su valor estético, sino por su carga narrativa, cultural y sostenible.
De lo rural a lo urbano: la artesanía como lenguaje contemporáneo
Las piezas hechas a mano— ya sean textiles, muebles, cerámicas o revestimientos— adquieren un nuevo significado como expresiones activas de identidad y territorio. En ciudades de todo el mundo, aumenta la demanda por productos que integren raíces culturales con sensibilidad contemporánea. Ejemplos como los patrones bordados palestinos Tatreez o los muebles teñidos con cochinilla en México no solo embellecen, sino que denuncian, preservan y transforman. Estos objetos narran historias de oficio, comunidad y paisaje. Incorporan residuos agrícolas, técnicas ancestrales y materiales locales que aportan capas de sentido a los interiores. La estética se convierte así en una forma de activismo silencioso.
Marcas con memoria: rediseñar el pasado para construir el futuro
Este cambio también está reconfigurando la estrategia de marcas internacionales. Firmas como Loewe o Molteni & C están revisando sus propios archivos para reconectar con su origen, apelando a consumidores
Las piezas locales y hechas a mano adquieren un nuevo valor económico y simbólico.
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