HOLOCAUSTO BAJO LA LUPA - JURGEN GRAF El Holocausto bajo la Lupa | Page 45

HOLOCAUSTO BAJO LA LUPA «Alemania no podía dividirse tan fácilmente en civiles inocentes y militares. Porque el campesino trabajando su campo estaba alimentando a tropas alemanas.» Resulta evidente que los aliados, mediante sus bombardeos de terror, provocaban la hambruna con toda premeditación, ¡reprochando luego a los vencidos que no habían alimentado suficientemente a los detenidos en los KZ! A pesar de todo, los aliados encontraron en los campos como Bergen-Belsen, Buchenwald y Dachau, además de montones de cadáveres y esqueletos ambulantes, también a decenas de miles de detenidos relativamente sanos y bien alimentados, pero se cuidaron muy bien de publicar las fotos de estos últimos. Existen paralelas históricas de la mortandad epidémica de los campos de concentración nazi, como por ejemplo las de la guerra civil norteamericana. En los campos de prisioneros Camp-Douglas y Rock Island de los Estados del norte, hubo una tasa mensual de mortalidad del 2 al 4% y, más al sur, en Andersonville, de 52.000 soldados del norte perecieron 13.000. Durante la guerra anglo-boer, los británicos internaron alrededor de 120.000 boeres civiles como también decenas de miles de africanos negros. De éstos murieron aproximadamente la sexta parte. Ni los prisioneros de la guerra civil norteamericana, ni los de la guerra anglo-boer fueron exterminados premedi- tadamente; casi todos sucumbían a raíz de epidemias que no se lograban controlar. Aquellas cifras de mortalidad son perfectamente comparables con las de Dachau (84% sobrevivientes, 16% muertos) y Buchenwald (86% sobrevivientes, 14% muertos). El registro civil especial en Arolsen (RFA) registra las defunciones documentadas en los campos de concentración. A continuación, un balance hasta fines de 1990: 45