HOLOCAUSTO BAJO LA LUPA - JURGEN GRAF El Holocausto bajo la Lupa | Page 148
Jürgen Graf
43. ¿Por qué el Gobierno alemán y el austríaco temen
a la verdad histórica como el diablo el agua bendita?
El hecho de que los políticos y los intelectuales alemanes y
austríacos ayuden a mantener en pie el cuento del
holocausto parece ser, a primera vista, una prueba de su
autenticidad. ¿Por qué, se preguntará uno, esta gente
estaría empeñada en abrumar a su propio pueblo con
atrocidades inventadas?
Ya hemos visto que la República Federal de Alemania, por
razones de política interna y externa, ha adoptado la
historiografía de los vencedores. Por un lado, los políticos
e intelectuales alemanes querían reeducar a su pueblo,
confrontándolo regularmente con la barbarie del
nacionalismo y, por el otro, el estado alemán occidental
quiso perfilarse como aliado ejemplar de los EE.UU. y
evitar una permanente campaña antigermana de los
medios de comunicación estadounidenses, controlados por
el sionismo.
Para los conservadores de Alemania Occidental, una
propaganda moderada del holocausto y de las cámaras de
gas hubiese sido suficiente. Auschwitz dos veces por
semana les habría alcanzado; pero pronto, la izquierda,
cuya meta era la extinción total de todo sentimiento
patriótico, se apoderó del tema. La prensa, la televisión,
curas y pedagogos le sirvieron al pueblo Auschwitz tres
veces por día.
Los conservadores no podían hacer nada contra esto, ya
que de haberlo hecho se los habría acusado
inmediatamente de reivindicar a Hitler. Ahora se
encuentran, junto con los zurdos, en una trampa sin
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