September 2019
Vol 1 Issue 21
AÑO II - Nº3
PAGINA 22
Inside the Issue
poca diferencia de edad, Olga solía ser soldados que marchaban por las calles
acompañada por Tatiana, su hermana en procesión, de esta manera, ambas
un año y medio menor que ella. De esta jóvenes representaban fielmente el
manera, las dos hermanas poder autocrático que era respaldado
compartieron la responsabilidad de por el ejército. Durante esos meses el
representar a su familia y la imagen público casi no vio a la zarina, quien
imperial en ausencia de su madre. estaba encerrada en el palacio con
diversos episodios que no permitían que
En gran parte, el poder del Imperio saliera. Por ello, Alejandra comenzó a
Ruso se había basado en sus conquistas delegar más frecuentemente su papel de
militares, razón por la cual el ejército Matushka a Olga y a Tatiana.
cumplía un papel fundamental en el
sustento de la autocracia. Debido a la Su primer acto público oficial se llevó
importancia que poseía el ejército para a cabo durante los primeros días de
el zar, este decidió regalarle a cada una septiembre de 1911. Ambas grandes
de sus hijas, como regalo en sus duquesas acompañaron a su padre a
respectivos días onomásticos número
catorce (tradición rusa de mayor
importancia que los cumpleaños), el
comando honorario de un regimiento.
A Olga Nikolaevna, se le obsequió el
tercer regimiento de los Husares
Elizavetgrad y a Tatiana Nikolaevna el
octavo regimiento de Ulanos Vozesnks.
Los rumores y el desprecio
hacia la zarina aumentaron a
partir de 1904, luego del
nacimiento del zarévich Alexei.
Alexei nació con hemofilia,
Esto forzaba a que las grandes
duquesas tuvieran que aparecer en
público cada vez que lo hicieran sus
respectivos regimientos, situación que
forzaba a que las dos tuviesen que
desfilar muchas veces junto a los
soldados. Ambas tomaban esta tarea
con gran orgullo, al punto que Olga
firmaba sus cartas a su padre con un
“tu Elizavetgradetz” y Tatiana “tu
Voznesenetz.” Durante la segunda
mitad de 1911 crecieron la cantidad de
desfiles militares, razón por la cual era
frecuente ver a las hijas de Nicolás
vestidas con sus uniformes, montando a
caballo y liderando la columna de
inaugurar en Ucrania una estatua del zar
Alejandro II. La ausencia de Alejandra
forzaba a Nicolás a depender cada vez
más en las apariciones públicas de sus
hijas mayores para poder tapar la falta de
presencia de su esposa e intentar
representar responsablemente la imagen
imperial.
En el año 1913, la dinastía Romanov
cumplió 300 años. Durante las
celebraciones que se llevaron a cabo
durante meses, “la idea principal era
presentarle al mundo la brillante imagen
del poder monárquico y gran opulencia