Hitos de la Historia núm.3 - Junio 2019 | Page 21

September 2019 Vol 1 Issue 21 AÑO II - Nº3 PAGINA 20 Inside the Issue LAS HIJAS MAYORES DE NICOLÁS II COMO REPRESENTANTES DE LA IMAGEN AUTOCRÁTICA DEL ZAR FELICITAS MASSÉ EDERRA     Nicolás II fue el último zar de Rusia. Gobernó de forma autocrática dicho país entre los años 1894 y 1917,  cuando fue forzado a abdicar su trono ya que no había sido capaz de modernizar el régimen en un siglo en el cual ya no quedaban gobiernos de ese tipo.  Como autócrata, Nicolás debía mantener cierto perfil e imagen pública, la misma que habían poseído sus antecesores. Es natural que cuando era fotografiada de manera pública, la familia imperial buscase ser retratada de cierta forma para poder convencer a los rusos y al resto del mundo de que eran poderosos y de que el Zar era el Batushka (padre) del pueblo.  Esa familia comenzó a formarse cuando Nicolás II contrajo matrimonio con la alemana Alix von Hesse- Darsmtadt, quien al convertirse al catolicismo ortodoxo se bautizó con el nombre Alejandra Feodorovna. Juntos tuvieron entre 1895 y 1901 cuatro hijas: Olga, Tatiana, María y Anastasia Nikolaevna y, en 1904, un hijo, el zarévich Alexei Nikolaevich.     Desde el comienzo de la dinastía Romanov en el año 1613, los miembros de la familia imperial gobernaron Rusia como autócratas. Según Orlando Figes, Nicolás II mantuvo tres principios  fundamentales del zarismo: en primer lugar, el zar creía poseer Rusia como si esta fuese su feudo privado; en segundo lugar, el emperador seguía la idea de gobierno personalista, creyendo ser la personificación de Dios en la Tierra y siguiendo la tradición bizantina de despotismo; y, finalmente en tercer lugar, decía poseer una unión de tipo mística con el pueblo católico ortodoxo ruso donde él era el Batushka, el padre de todos sus súbditos y su deber era cuidarlos como si estos fuesen sus hijos. Este papel que Nicolás creía poseer fue trasladado también a su esposa, Alejandra Feodorovna, quien como zarina debía cumplir como la Matushka; y a sus hijos, quienes eran recordados que debían cuidar de los rusos como si fueran parte de su propia familia.       Como zar de Rusia, Nicolás II tenía, en su entorno familiar, dos grandes obstáculos para poder lograr la imagen pública fuerte que deseaba obtener. El primero era su esposa, la