History, Wonder Tales, Fairy Tales, Myths and Legends Principales Leyendas, Mitos y Cuentos Chilenos | Page 97
Sin embargo, al poco tiempo lo vio besándose con otra mujer. Enfurecida por el
engaño y los celos, esperó al minero en su hogar, y lo mató con un puñal.
Después huyó a los cerros dando gritos y alaridos arrepentida de lo que había
hecho. Al tiempo, regresó al poblado donde vivía, víctima de la locura, solo
sabiendo reír y murmurando que los habían asaltado y que asesinaron a su
marido.
Enloquecida, posteriormente fue en búsqueda del cadáver que estaba en un ataúd
negro, y huyó a los cerros con él, tratando de encontrar al criminal de su esposo
(que realmente no era nadie más que ella). Es así como comenzó a vagar por las
altas cimas de la cordillera y por los faldeos; hambrienta, descalza, desgreñada;
Siempre con el deseo de venganza contra el criminal de su amado esposo, hasta
el fin de sus días. Pero como obviamente nunca encontraría a ese criminal, luego
de morir en los cerros, su alma no pudo encontrar descanso, y desde entonces su
espíritu vengativo recorre los cerros y las minas; y sus correrías la hacen ser
conocedora de los sitios donde se encuentra el preciado metal.
Desde aquel día se afirma que en algunas noches los hombres que andan en los
cerros norteños escuchan una voz que los llama por su nombre, y una vez que
llegan al lugar de donde viene el sonido ven a una mujer pálida y
extraordinariamente bella que viste de blanco y que anda arrastrando un ataúd
oscuro. Desde aquel momento, el hombre que la sigue está prácticamente
perdido, ya que lo asesinaría al confundirlo con el asesino que está buscando.
Los mineros igualmente dicen que "La Lola" transita por las galerías
abandonadas, acompañada del ataúd negro de su esposo. Por ello se dice que los
Mineros que han encontrado la muerte repentina en alguna de estas galerías, es
seguro que murieron de terror ante la presencia fantasmagórica de La Lola.
Pero para los mineros buscadores de una veta, "La Lola" convierte la venganza
en una piedad, al anunciar a los buscadores la proximidad del tesoro, pero no
para que lo hagan aflorar, sino para que se alejen del lugar; porque cuando se
encuentra la veta, la muerte se acerca en la vida del minero.
Todos la recordaremos por su sensualidad.
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