History, Wonder Tales, Fairy Tales, Myths and Legends Principales Leyendas, Mitos y Cuentos Chilenos | Page 259
Al llegar el océano, la frágil embarcación quedó a la deriva en el océano, hasta que
las enormes olas la destrozaron y se hundió en las profundidades. La Pincoya,
como era su deber, en ese momento se dirigió hacia el naufragio. Pero al llegar
reconoció a su abuela muerta, y por ello decidió llevar el cuerpo muerto, ante la
presencia de su padre, el poderoso Millalobo. El millalobo al ver angustiadas a su
hija y a su esposa, decidió devolverle la vida a la Huenchur. Pero como había
desobedecido la orden de no ver a su nieta; revivió a la Huenchur, bajo la condición
de que ella, no debía volver a tener jamás contacto directo con los seres humanos,
ni llegar a tierra firme. Para cumplir esta condición, ella debía navegar en su
pequeña barca por toda una eternidad. La Huenchur se sorprendió al saber que el
esposo de su hija era el gran Millalobo y como agradecimiento por haberla revivido
y permitirle estar junto a su familia, aceptó las condiciones.
Con el paso del tiempo, el Millalobo, reconoció a la Huenchur como una mujer
sabia, y por ello decidió darle la autoridad para controlar el curso de las mareas y el
viento, para dirigir el clima marino. También decidió perdonarla en parte, y así le
dio el poder para comunicarse con los habitantes de la tierra, a través del viento y
por medio de un ayudante, llamado el Cahuelche. Desde ese día es la Huenchur
quien conoce y anuncia la llegada del buen tiempo con el viento Sur, cuando el
viento sopla en la parte baja de los acantilados. Anunciando el mal tiempo y la
tempestad, al soplar el viento en las alturas de los cerros, y escuchándose por medio
del viento la voz de la Huenchur gritando Cucaoooooo-Cucaooooo-Cucao,
Culeeeee; lo cual es una señal de que no se debe salir a pescar en el mar.
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