Eutanasia
¿Dejarlos morir o vivir?
Eutanasia procede del griego eu= bueno y thanatos= muerte.
Según la Organización Mundial de la Salud eutanasia se puede definir como “aquella acción del médico que provoca deliberadamente la muerte del paciente.” Esto puede ser de dos maneras: indirecta y directa. La indirecta es dejar morir a la persona, es decir, no brindarle los medios necesarios con los que pudiera haber salvado su vida. La segunda es la directa, puede ser que cuando el paciente ya esté en estado vegetativo, es decir, cuando ya no responde y lo único que lo mantiene con vida es una máquina y decides retirarle la máquina y de esa manera muere.
Tenemos dos puntos de vista muy diferentes, por un lado está la religión y por el otro la ciencia.
Si tomamos en cuenta el punto de la religión
Podemos decir que tienes dos opciones. Dejar que la persona muera por causas naturales y no afectar el plan creador de Dios o llevarlo al hospital para que reciba
todos los tratamientos que necesite. Una vez que esté conectado al respirador artificial y todas las máquinas tú ya no puedes decir nada. Si muere va a ser porque ya le tocaba irse pero tú no puedes hacer nada. Porque ¿Quién eres tú para decidir si la persona vive o muere? ¿Quién eres tú para decidir sobre la vida de esa persona? Preguntas que nos plantean en el libro de Religión Católica. Solamente Dios tiene el poder de llevarse a las almas que hayan cumplido su misión en esta vida. Fuimos creados a su imagen y semejanza, somos la parte más importante de la creación.
Como bien dice Benedicto XVI en el Yocuat si decides desconectarla es quitarle la oportunidad a esa persona de despertar. Tal vez no hubiera sido ese día, ni el que le seguía, ni la próxima semana. Pero lo último que se pierde es la esperanza, si Dios aún no se lo ha llevado es por algo, todavía tiene una misión incompleta aquí en la tierra. Como dicen Dios es infinitamente sabio y sabe muy bien lo que hace y porque lo hace. Si decides matar a esa persona estás metiéndote en medio del plan creador de Dios. El suicidio es considerado como pecado ya que no puedes ser tan egoísta. Como dice José María Sucarrats colaborador en la creación del libro Formación Católica XXI “La vida es un regalo que Dios nos ha dado a cada uno de los hombres, y nos lo dio con una misión distinta para cada uno de nosotros” pero si la misma persona no puede decidir sobre su vida. No puede decir hasta aquí y acabar con ella menos una tercera persona. La vida es un regalo y decidir terminarla es un acto egoísta, tenemos que agradecer que estemos vivos, que Dios nos haya dado una oportunidad de seguir en este mundo.
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