Llama la atención sobre cómo las tensiones
familiares se alivianaron con la llegada de
Leiner, su �o, desde que se enteró que el niño
venía con complicaciones y que fue un
“milagro”, ha cambiado, “para él la vida le dio
un giro, él se deja de comprar un par de
medias por comprarle al sobrino, que si la
bolita, que si el pantalón, que si una tela, ha
dejado de comprarse lo primordial de él por
comprarle las cosas al niño, siempre le ha
regalado cositas, para las terapias le regaló un
rodillo, una bolita pequeña de pullitas, una
pelota grandota…, y así y los otros �os…,
mira, aquí �enes los 10 mil para la compota,
aquí �enes los 20 mil para esto, mira aquí le
traje esto, aquí le traje el queso y las galletas,
siempre está pendiente. Frente al sistema de
salud dice que si bien la En�dad Administradora
de Planes de Beneficios - EPAB no ha cubierto
todas las obligaciones relacionadas con la
salud de su hijo como el transporte para
llevarlo a la terapia, está tranquila con lo que
ha hecho por él. Precisamente es Profamilia
quien me viene apoyando con la orientación
y la ges�ón para que la EAPB Cajacopi cubra
el transporte para las terapias del niño,
además de ver la posibilidad que el niño se
pueda beneficiar de los programas del
Estado por medio del Ins�tuto Colombiano
de Bienestar Familiar.
EL PRIMER
PASO UNA
SOLA VEZ...
La vida de María ha estado impulsada por
vivir el momento, no apresurarse y ser muy
realista, no hacer planes de largo plazo decía:
“Lo que venga es…si me sirve bien…pa’ lante
es pa’ allá”, por eso no �ene grandes sueños;
para su hijo, imagina verlo corriendo,
saltando, haciéndole desastres a la abuela,
estar pendiente de su comida, porque lo
único que lo pone de malgenio es sen�r
hambre. Con respecto a su corazón dice que
se dará �empo: “Yo no voy a ser como esa
mujer loca de que hoy estoy con el uno,
mañana estoy con el otro…, siempre…, lo que
Dios tenga para mí y el �empo…, yo siempre
vivo el momento exacto..., si se me da, se
me da y sino pues suerte, de malas, no se
pudo”. Está u�lizando el implante subdérmico,
pues una nueva maternidad prác�camente
está descartada y anhela estar al tanto de
cada momento de la vida de su hijo porque
piensa que: “Las primeras palabras son una
sola vez, el gateo una sola vez, el primer paso
una sola vez…. Nosotras las mujeres, tenemos
que vivir la vida al máximo, sí es verdad,
necesitamos nuestro �empo, pero ya
cuando uno �ene un hijo cambia…, bueno,
yo no cambié tanto porque yo siempre he sido
una mujer de casa…, pero mi consejo si sería
dar la pelea con nuestros niños hasta lo úl�mo,
esté con alguna discapacidad, o sea normal,
porque la niñez de ellos no vuelve más”.