Historias de vida ZIKA Tubará | Page 11

Llama la atención sobre cómo las tensiones familiares se alivianaron con la llegada de Leiner, su �o, desde que se enteró que el niño venía con complicaciones y que fue un “milagro”, ha cambiado, “para él la vida le dio un giro, él se deja de comprar un par de medias por comprarle al sobrino, que si la bolita, que si el pantalón, que si una tela, ha dejado de comprarse lo primordial de él por comprarle las cosas al niño, siempre le ha regalado cositas, para las terapias le regaló un rodillo, una bolita pequeña de pullitas, una pelota grandota…, y así y los otros �os…, mira, aquí �enes los 10 mil para la compota, aquí �enes los 20 mil para esto, mira aquí le traje esto, aquí le traje el queso y las galletas, siempre está pendiente. Frente al sistema de salud dice que si bien la En�dad Administradora de Planes de Beneficios - EPAB no ha cubierto todas las obligaciones relacionadas con la salud de su hijo como el transporte para llevarlo a la terapia, está tranquila con lo que ha hecho por él. Precisamente es Profamilia quien me viene apoyando con la orientación y la ges�ón para que la EAPB Cajacopi cubra el transporte para las terapias del niño, además de ver la posibilidad que el niño se pueda beneficiar de los programas del Estado por medio del Ins�tuto Colombiano de Bienestar Familiar. EL PRIMER PASO UNA SOLA VEZ... La vida de María ha estado impulsada por vivir el momento, no apresurarse y ser muy realista, no hacer planes de largo plazo decía: “Lo que venga es…si me sirve bien…pa’ lante es pa’ allá”, por eso no �ene grandes sueños; para su hijo, imagina verlo corriendo, saltando, haciéndole desastres a la abuela, estar pendiente de su comida, porque lo único que lo pone de malgenio es sen�r hambre. Con respecto a su corazón dice que se dará �empo: “Yo no voy a ser como esa mujer loca de que hoy estoy con el uno, mañana estoy con el otro…, siempre…, lo que Dios tenga para mí y el �empo…, yo siempre vivo el momento exacto..., si se me da, se me da y sino pues suerte, de malas, no se pudo”. Está u�lizando el implante subdérmico, pues una nueva maternidad prác�camente está descartada y anhela estar al tanto de cada momento de la vida de su hijo porque piensa que: “Las primeras palabras son una sola vez, el gateo una sola vez, el primer paso una sola vez…. Nosotras las mujeres, tenemos que vivir la vida al máximo, sí es verdad, necesitamos nuestro �empo, pero ya cuando uno �ene un hijo cambia…, bueno, yo no cambié tanto porque yo siempre he sido una mujer de casa…, pero mi consejo si sería dar la pelea con nuestros niños hasta lo úl�mo, esté con alguna discapacidad, o sea normal, porque la niñez de ellos no vuelve más”.