Historias de vida ZIKA Malambo | Page 7

A B N E G A DA Dedicación Hoy Aurys y otras integrantes de su familia, incluida su madre, deben combinar sus obligaciones co�dianas con el cuidado de su padre, quien es asis�do en prác�camente todo, no camina por sus propios medios, incluso se cayó cuando lo estaban apoyando para que orinara y se le hizo una fisura en la pierna que requirió cirugía; es necesario bañarlo, no come por sí solo y esta es la tarea más dispendiosa, porque él se niega a comer y la familia no puede soportar que muera de hambre; y cuidar su evacuación ya que no controla es�nteres; todas estas labores de cuidado la desarrollan con dedicación abnegada las mujeres de la familia, porque “los hombres pueden estar aquí pero no le meten la mano a uno”. Aurys reconoce que a veces, tal vez muy pocas, le da rabia y más por su mamá: “Porque se cansa, él no abre la boca y no dice mucho porque no se le en�ende, si no fuera porque uno lo a�ende a él ya no estuviera vivo, porque él no come, no puede comer…mi mamá con 79 años está cansada de trabajar toda su vida y ahora atenderlo a él, si fuera una persona mala con todo lo que él le hizo, ya lo hubiera dejado”; pero a Aurys no le cansa lidiarlo. Sólo quisiera que en un futuro no muy lejano las cosas se normalicen, si bien siente que vive en condiciones ligeramente precarias, quisiera tener una bonita casa, ver crecer a sus nietos, que vayan a la universidad, que sea doctores, que Dios le dé larga vida para verlos profesionales y que los pueda cuidar cuando la necesiten.