Historias de Campamento Historias de Campamento | Page 35

luz de estrellas que invaden por las rendijas de la rancha. Me siento junto al pilón de la pobla que me invita a un brindis de agua, para contarme las dolencias de borrachos que llenos de amor y angustia lo abrazan a diario, porque sus niños están cansados de la leche de reparto y la grasa, y la harina que regalan en la iglesia los domingos. Porque sus mujeres se cansan de lavar y relavar ajeno y quieren amar y reír con la libertad de una sonrisa amplia. Entonces el pilón me dice que su tiempo es eterno, que toda su agua no basta para lavar las tristezas del barrio. Pero que se encanta con algunos adolescentes que se entregan al amor en las vecinas pampas, entre junquillos y pastizales. Página34 Entonces se puede respirar otras ves la vida jugando a las escondidas entre las mediaguas.