Así empecé a entender, y sin drogarme me sentí diferente, las drogas son demonios, yo toque fondo en la calle hasta llegue a andar sin zapatos, y mi madre, su sonrisa me motivaba, le pido a Dios que no permita consumir otra vez basuca, pero es muy difícil, el sentido de mi vida ahora son mis padres, verlos tranquilos por que yo estoy bien, y recuperar pronto a mi hijo.