Historia | Page 15

FINALIZACION DEL CRUCE DE LOS ANDES

A principios de 1813 los granaderos de San Martín ya están listos para emprender su primera misión: defender las costas del Paraná atacadas por los españoles que buscaban por esta vía aliviar el bloqueo al puerto de Montevideo, sitiada por Rondeau. Los españoles robaban ganado y atacaban los poblados de la costa.

San Martín siguió el movimiento de la escuadra por tierra y se instaló en el convento de San Carlos, posta de San Lorenzo. Allí los esperó hasta que el 3 de febrero de 1813 unos 300 españoles desembarcaron. San Martín ordenó un ataque envolvente y los españoles fueron empujados hacia el río.

San Martín seguía interesado e inquieto por la situación de su país. En febrero de 1829, decidió regresar como consecuencia de la guerra con Brasil. Pero cuando llegó al puerto de Buenos Aires, se enteró del derrocamiento del gobernador Dorrego y de su trágico fusilamiento a manos de los unitarios de Lavalle. Decidió entonces no desembarcar. Muchos oficiales, tanto unitarios como federales, le enviaron cartas a su barco y lo visitaron con la intención de que se hiciera cargo del poder. San Martín se negó porque creía que, tomara el partido que tomara, tendría que derramar sangre argentina y no estaba dispuesto a eso. Triste y decepcionado, decidió regresar a Europa.

San Martín atravesaba en Europa una difícil situación económica. Del gobierno argentino no podía esperar nada y ni el Perú ni Chile le pagaban regularmente los sueldos que le correspondían como general retirado. Vivía de la escasa renta que le producía el alquiler de una casa en Buenos Aires y de la ayuda de algunos amigos como el banquero Alejandro Aguado que lo ayudó para poder comprar su casa de Grand Bourg. San Martín para ese entonces estaba muy enfermo. Sufría asma, reuma y úlceras y estaba casi ciego. Su estado de salud se fue agravando hasta que falleció el 17 de agosto de 1850.

LIBERTAD

Y EXPEDICION