Antiguos fósiles de homínidos en Africa
Una nueva especie de Australopithecus, el antepasado de Homo, hace remontar los orígenes de la bipedia a hace unos cuatro millones de años.
Corría el año 1965. Bryan Patterson, paleoantropólogo de la Universidad de Harvard, extrajo un fragmento fósil de húmero en el yacimiento de Kanapoi, al norte de Kenia. El y sus colegas sabían que sería difícil sacar en claro algo de anatomía o sobre evolución de un pequeño trozo de la articulación del codo. No obstante, reconocieron algunos rasgos que evocaban a un homínido primitivo (un homínido es un primate que anda erguido) llamado Australopithecus, descubierto hacía 40 años en Sudáfrica por Raymond Dart, de la Universidad del Witwatersrand. Sin embargo, por muchos detalles Patterson y su equipo consideraron que el fragmento de húmero se parecía más al de los humanos modernos que los hasta hoy conocidos de otros australopitecos.
La edad del fósil de Kanapoi resultó un tanto sorprendente. Aunque las técnicas para datar las rocas en que se descubrió el fósil eran entonces bastante rudimentarias, el grupo que trabajaba en Kenia pudo mostrar que el hueso era probablemente más antiguo que los diversos ejemplares de Australopithecus conocidos. A pesar de este resultado insólito, la importancia del descubrimiento de Patterson no se confirmó hasta pasados otros 30 años. Entre tanto, fueron apareciendo restos de tantos primitivos homínidos importantes, que el húmero de Kanapoi casi cayó en el olvido.