Fósil más antiguo de un Homo Sapiens en Asia
La primera evidencia fósil de la llegada del hombre moderno procedente de Africa en Asia data de hace 40.000 años, pero un nuevo hallazgo adelanta el arribo del hombre al continente en al menos 20.000 años.
Se trata de un esqueleto descubierto en una cueva en Laos, cuya datación es de entre 43.000 y 63.000 años, los restos humanos más antiguos descubiertos en Asia.
El hallazgo también muestra que los primeros humanos no siguieron sólo la costa al migrar desde Africa hacia Australia, sino que también se instalaron tierra adentro.
Nuestro hallazgo cambia la perspectiva sobre las rutas de migración de los humanos en el sudeste asiático. Tradicionalmente, se cree que los humanos modernos migraron por el sur de Indonesia hacia Australia. Este descubrimiento muestra que los humanos modernos aprovecharon otras rutas de dispersión, dice a La Tercera Laura Shackelford, de la U. de Illinois (EE.UU.), quien dirigió el estudio junto a Fabrice Demeter, del Museo de Historia Natural de París.
Este descubrimiento va de la mano con estudios genéticos que indican que hubo asentamientos humanos en la región hace al menos 60.000 años.
La primera evidencia fósil de la llegada del hombre moderno procedente de Africa en Asia data de hace 40.000 años, pero un nuevo hallazgo adelanta el arribo del hombre al continente en al menos 20.000 años.
Se trata de un esqueleto descubierto en una cueva en Laos, cuya datación es de entre 43.000 y 63.000 años, los restos humanos más antiguos descubiertos en Asia.
El hallazgo también muestra que los primeros humanos no siguieron sólo la costa al migrar desde Africa hacia Australia, sino que también se instalaron tierra adentro.
Nuestro hallazgo cambia la perspectiva sobre las rutas de migración de los humanos en el sudeste asiático. Tradicionalmente, se cree que los humanos modernos migraron por el sur de Indonesia hacia Australia. Este descubrimiento muestra que los humanos modernos aprovecharon otras rutas de dispersión, dice a La Tercera Laura Shackelford, de la U. de Illinois (EE.UU.), quien dirigió el estudio junto a Fabrice Demeter, del Museo de Historia Natural de París.
Este descubrimiento va de la mano con estudios genéticos que indican que hubo asentamientos humanos en la región hace al menos 60.000 años.