La llegada de los españoles a México supuso un cambio drástico en la vida económica de esta área. Tras un periodo de guerras y epidemias, se activaron nuevos elementos que alteraron la estructura económica, consecuencia de que se adaptaron nuevos cultivos, se inició la actividad ganadera y se introdujeron nuevas teconologías procedentes de Europa. La nueva economía tuvo su fundamento en la minería y las subsiguientes exportaciones de minerales a Europa, que ha sido definida como una combinación de una economía mercantilista -que se originó a partir de la inserción de la zona en redes de relaciones globales- con una economía de autoconsumo y de trueque.
Durante el periodo borbónico se vivió un cierto estancamiento económico y la guerra de independencia agravó los problemas económicos, destruyendo parte de la economía colonial mientras que la producción minera y ganadera quedó paralizada. Se produjo igualmente una fuerte fuga de capitales al exterior y se redujeron las exportaciones.
En el periodo de 1856-1929, se llevaron a cabo una serie de reformas liberales que trajeron mayor prosperidad que fue acompañado de un crecimiento de la inversión extranjera. El Producto interno bruto se colocó a la par del de Argentina y Uruguay. Sin embargo el mayor bienestar alcanzó a muy pocos, constituyendo la base de la Revolución mexicana, el conflicto armado que transformó la estructura política, económica, social y cultural del país durante el siglo XX.
Dato Interesante...
México es visto tradicionalmente como generador de materias primas y un gigante manufacturero. Cuenta con las mayores reservas probadas de plata en el mundo, y la décima más grandes reservas de petróleo. PEMEX, la empresa petrolera estatal, es uno de los mayores productores de petróleo del mundo, con unos ingresos de unos 130 dólares millones de dólares.
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Un paso por la historia de nuestra economía...