Historia del Mercado de Tortosa LLIBRE+MERCAT+DE+TORTOSA+FINAL | Page 92

De nuevo publicamos otra poesía en la sección de Variedades titulada Una Queja, que pinta chistosamente la inseguridad de las obras de la plaza de abastos, y creemos obtendrá del público, general favor. Expresamos las gracias a la persona que se ha dignado remitirla, y crea que la insertamos con el mayor gusto. Según costumbre de la época, no podía faltar el obligado "romance", que se transcribe: UNA QUEJA Señor (quien sea): yo en nombre de todos mis convecinos y las personas sensatas de esta población, le digo: Que en toda la Plaza de Armas murió la paz y el sosiego... Aquí se vive en un fuego de continuadas alarmas Que hace viento?... un soplo basta a despertar el terror. ¡Que se cae a lo mejor el mercado y nos aplasta!... Grita el herrero del lado: — Señores, no hay que fiar; esta noche va a bailar la pared sur del Mercado!— Aqui se oyen mil derroches de exclamaciones y quejas... Niños, jóvenes y viejas, al darse las buenas noches, se abrazan de dos en dos: — Adiós, Ramona! Adiós, Juana! — Adiós Pepe!... hasta mañana! si quiere el Mercado y Dios!— Las piedras mal avenidas de esta jaula-cataplasma, siempre, cual negro fantasma amenazan nuestras vidas. Y quien viera su boato y majestad, no diría que tal mercado podría servir a un santí-barato Señor, esto es insufrible... Si uno quiere estar en casa un solo instante no pasa sin presentir algo horrible. — Ay!, si se llega a caer!...— — Ay!, si me pilla comiendo!...— — Ay!, si me atrapa durmiendo!...— — Ay!, si mata a mi mujer!...— Esto, aunque en verso, no es guasa, Vivir así no es humano...! - 92 -