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exageración alguna, como en los primeros momentos suelen acontecer en
sucesos de esta naturaleza.
El frontis, terminado ya, se ha venido abajo hasta la línea de piedra de sillería,
quedando solo en pié los dos machones laterales. El estruendo del desplome
se ha oído desde calles bastante lejanas, ha puesto en alarma a todos los
vecinos de aquellos alrededores que en los primeros momentos temían que las
paredes laterales fuesen arrastradas, faltas de apoyo como habían quedado, y
del cual han escapado gracias a la reparación que tiempo atrás se había
efectuado en las mismas cuando en parte se arruinaron también.
En ambas ocasiones ha sido verdaderamente providencial el que no ocurrieran
sensibles desgracias, especialmente en el día de hoy en que, dada la
importancia del desplome y el punto donde ha ocurrido en que en la actualidad
trabajan gran número de operarios, hubiera indefectiblemente causado
numerosas víctimas a ocurrir dos horas mas tarde.
Este suceso ha sido objeto de todas las conversaciones en el día de hoy y de
apreciaciones distintas sobre quien pesa la responsabilidad del hecho.
Nosotros, completamente legos en la materia, nos abstenemos de todo
comentario respecto a este punto; mas si haremos notar es realmente extraño
que obra de tanta importancia como la del Mercado, hayan ocurrido don
contratiempos de tanta consideración, además del número, nada insignificante,
de desgracias personales. ¿Es que no existe inspección facultativa
competente? Si existe, ¿como no se prevén sucesos como este que parece
no puedan escapar a la menos perspicaz mirada? Tales sucesos, aparte los
perjuicios materiales que ocasionan, y que puede decirse afectan a la empresa
particular, son en descrédito de la obra misma que desde luego se recibirá por
el público (que no entiende de reglas y no alcanza la explicación científica del
hecho) con desconfianza y recelo excusables, ante la repetición no prevista del
mismo. Si al acontecer el primer desplome aconsejábamos al Banco
constructor y al Municipio procurasen la seguridad de la solidez y bondad de la
obra, hoy lo creemos de absoluta necesidad, , y no como quiera, sino mediante
el examen e inspección de personas facultativas competentes que hagan
desaparecer los recelos y temores que naturalmente se han despertado en la
población.»
Ya ven nuestros lectores como coinciden nuestras opiniones con las de otros
periódicos y como corre el colmo del ridículo, a pesar de la defensa de "La
Verdad", el Banco de Tortosa, el Arquitecto Municipal, el Ayuntamiento de
esta...
DIARIO DE TORTOSA - 11 Febrero de 1886
En la madrugada de anteayer desplomóse cual feble castillo de naipes,
cediendo sus endebles muros al viento de estos días, el nuevo Mercado en
construcción de Tortosa, cuyas obras tocaban ya a su término.
La casualidad de haber ocurrido el desplome a una hora en que todavía no
habían empezado el trabajo los obreros que en él se empleaban, hizo que no
hayan tenido que lamentarse sensibles desgracias.
La prensa tortosina ha venido censurando continuamente las obras que allí se
practicaban, por sus pocas condiciones de solidez y estabilidad, amenazando
con tal motivo la vida de aquellos vecinos... ...
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