Historia del Mercado de Tortosa LLIBRE+MERCAT+DE+TORTOSA+FINAL | Page 175
D. RAMON RAGA, armero y encargado del arreglo de las bombas de las
fuentes públicas de esta ciudad, mediante retribución.
D. RAFAEL LLEDÓ Y LLUÍS, tendero, pariente por afinidad y admirador de D.
José Cañé y otros.
D. BERNARDO SACANELLA Y VIDAL Secretario retribuido del "Banco de
Tortosa" Concesionario y Director oficioso de las obras del Mercado, que llevó
su sacrificio hasta el extremo de compartir la dirección de dicho edificio con la
casa de su propiedad, que se construía a la vez que aquel.
(Nosotros entendimos que el Señor Sacanella había votado con la mayoría,
pero, según el "Diario de Tortosa" de ayer, dicho señor se abstuvo de votar,
con lo cual cometió otra ilegalidad, consentida por la Presidencia.)
Estos son los señores Concejales que con su voto, han labrado la ruina de
nuestro erario municipal.
La obra, como hemos dicho, está consumada; pero, no consumada en el
sentido de que el "Banco de Tortosa" pueda desde luego saborear el fruto que
le han sazonado estos quince votos: no, Decimos que se ha consumado, en el
sentido de que, el sacrificio que, a no dudar, se impusieron esos quince
concejales se ha cumplido.
¿Y quien duda que fue un verdadero sacrificio el que se impusieron esos
señores?
En frente de ellos estaba toda la campaña de prensa de esta localidad, que ha
venido sosteniendo con entereza sin igual, desde que se planteó la célebre
cuestión del Mercado; de otra parte, estaba la opinión pública, Tortosa entera
sin distinción de clases ni condiciones, sin distinción de matices políticos ni
ideas de ninguna clase, que con pasiva manifestación, se oponía y se opone, a
que prevalezcan las exageradas pretensiones del "Banco de Tortosa", por ser
contrarias y ruinosas a los intereses comunales: de otro lado el dictamen de
ocho letrados imparciales y acreditadísimos, entre los que figuran los
dignísimos decanos de hecho y derecho, suplentes de la magistratura y jueces
municipales, por mas que pese al Sr. Curto, puesto que entre estos señores no
figura ningún cacique, ni ningún Abogado del "Banco", ni ningún consultor
áulico, los cuales emitieron su opinión lógica y razonadamente, contra las
exigencias del concesionario: de otro lado, las interpelaciones que se anuncian
en el Senado y que pronto aparecerán en el Congreso, como relámpagos
precursores de la tormenta que se cierne sobre el acuerdo que ayer tomaron
los quince Concejales antes nombrados.
¿Que, no significa nada todo esto?
¿Que razones adujeron el Sr. Curto y Piles al pretender rebatir los
contundentes argumentos de la minoría?
Allí, en frente de ellos, presenciando la sesión había un público, al par que
numerosísimo selecto, cual nunca se había visto en ninguna sesión testigo del
acto sin precedentes, que se llevó a cabo por los quince repetidos concejales
ante la faz misma de Tortosa.
Y ese mismo público, cuando menos, pudo presenciar que allí, sentados en
aquellos sillones que tan dignamente ocuparon nuestros antepasados, se veían
en lugar de Concejales, verdaderos espectros, que tales parecían por lo
demudado de su color y por su temblorosa voz.
Pero al fin era cuestión de número y por esto se realizó el acto de la recepción
definitiva del Mercado.
En cambio, los cuatro señores Concejales que componen la minoría
oposicionista, los íntegros señores D. Pió Isuar, D. Juan Valls, D. José Llatje y
D. Francisco Escardó, con entereza y valentía sostuvieron los fueros de
nuestra municipalidad, defendiendo los sagrados intereses de Tortosa y por
ende, la salvación de nuestro erario municipal.
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