Cierto día, concentrado en mi trabajo, me llamó la atención una aguda voz que hablaba cerca del árbol que estaba cortando.
Intrigado por su presencia, ya que no suele estar mucha gente en este bosque, me acerque y vi a una pequeña niña con vestido rojo. Ella estaba caminando y cantando, en sus pequeñas manos llevaba una canasta.