El trabajo con la ayuda de animales se va perdiendo, a la vez que desaparecen las infames condiciones en que se vive en los aperos( Archivo del autor). explotación implica una cesión en régimen de aparcería, lo que genera una demanda de trabajadores del campo. Pero la estructura social motrileña ha cambiado. Cada vez son menos vecinos los que se dedican a los duros trabajos del campo en una ciudad de servicios. Una vez más, Motril y su entorno comarcal, de alguna manera, se vuelven a relacionar: vecinos de estos pueblos cercanos, de tradición agrícola, se trasladan a trabajar en esos espacios agrícolas. Es una nueva forma de entender la agricultura. Aunque ésta no será la última etapa de cambios en nuestro entorno.
Con la misma velocidad que avanzan las investigaciones y experimentos agrícolas podemos considerar que el municipio motrileño y su entorno se ven afectados por esas mejoras. El poniente almeriense y la zona oriental de nuestra costa granadina se han convertido en referentes de la producción agraria intensiva bajo plástico: los invernaderos han transformado el paisaje y han conseguido un beneficio económico sustancial. Ese reclamo, económico por supuesto, ha dado origen a que un buen número de los agricultores tradicionales de nuestra vega, o de empresarios con el interés de un beneficio rápido, hayan transformado nuevos y viejos espacios agrarios en zonas de invernaderos, rompiendo esa visión de un paisaje agrario tradicional. Algo que se ha visto auspiciado por las posibilidades que da la elevación de la cota de riego a través de acequias, que llevan el agua a alturas desconocidas hasta ahora.
Por otra parte, tampoco podemos considerar que haya existido un proceso de industrialización en la zona. La totalidad de fábricas azucareras han desaparecido de nuestro entorno. Únicamente queda La Celulosa, como referente de una industria de producción. El tejido industrial, o terrenos dedicados a actividades industriales, se ha transformado. Nos encontramos con el aspecto de una característica ciudad de servicios: almacenes de transformación agrícola, distribuidores, talleres, concesionarios, etcétera,… aunque perdure la fábrica de ron Montero( lo cual es un logro). Hasta las recientemente inauguradas nuevas instalaciones portuarias nos hablan del auge que han tomado y seguirán teniendo las actividades de servicios en nuestra ciudad. El puerto, una vez más, viene a ser también un instrumento que referencia nuestra actividad económica.
Pero, como ya mencionábamos, esa destrucción del entorno, del medio que nos rodea, no se debe sólo a causas de explotación agraria, que también. Motril, como ya hemos comentado, muestra un progresivo avance como centro administrativo. Definitivamente es la segunda ciudad en número de habitantes de la provincia de Granada y, no olvidemos, el foco de recepción de un buen número de actos administrativos, judiciales y económicos. No cabe duda, es una ciudad de servicios. Papel que no debe producirnos ninguna sorpresa, por ser algo a lo que ha tendido en los últimos siglos. Lo verdaderamente nuevo es que alcanza una población de más de 50 mil habitantes, con las necesidades, demandas, beneficios y perjuicios que ello genera( a los que hay que añadir otras 5-15 mil personas que habitualmente visitan casi a diario la ciudad). Aquel vecindario tradicional, de escaso
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INTERIOR HISTORIA DE MOTRIL. pmd 218 05 / 01 / 2011, 10:25