Historia de Motril | Page 212

Dentro de esos nuevos planeamientos, se estructuran calles más amplias, prácticamente desconocidas hasta ahora en el urbanismo motrileño: avenida de Salobreña, avenida de Andalucía, Rodríguez Acosta, Martín Cuevas, etcétera. A la vez, tienen la suerte de ver cómo se abren nuevas comunicaciones terrestres dentro del propio municipio, como el camino carretero hasta los Tablones, que adquiere la entidad de toda una carretera, se mejora el acceso hacia el puerto y se recupera la comunicación del cable aéreo, entre el puerto y Dúrcal.
Hay que señalar que Motril se ha convertido en una población de mediano tamaño, que ya es la segunda en importancia en la provincia y que alcanza, en 1961, los 23.420 habitantes, pero con una previsión de fuerte aumento poblacional, en plena eclosión del fenómeno baby-boom, que puebla la ciudad de familias numerosas. No obstante, lo interesante es que subsisten una serie de características poblacionales que hoy nos pueden parecer increíbles, entre los núcleos habitados del municipio. A pesar de que el municipio en su conjunto comienza a sentir los aires de modernidad que empiezan a moverse por la España de los años sesenta, tenemos que tener en cuenta que todavía existe un número importante de vecinos que viven en los anejos. El sentido, o mejor dicho, las costumbres de una sociedad rural, dedicada a la agricultura en su mayoría, no les hace acudir a la llamada de la ciudad cabecera de comarca, como está ocurriendo ya en otros lugares.
Pero los cambios más importantes se van a desarrollar a partir de mediados de los años sesenta, cuando en la ciudad se inicia lo que será un crecimiento desaforado en cuanto al urbanismo. Dichas acciones comienzan con diversas actuaciones sobre la ciudad, aunque las bases de esta reforma quieren sustentarse en el Plan Comarcal de Urbanización de la Costa, en 1965. Quizás, como ejemplo desconocido para la mayoría de nosotros, y que puede ser más significativo( seguro que encontramos similitudes con la actualidad), se prepara un macroproyecto que planifica la Sociedad General Azucarera para la reconversión de los terrenos de la fábrica de las Angustias, más de 45 mil m 2, donde se plantea todo un complejo turístico de varias plantas, que finalmente no se llegó a realizar. Sí se había iniciado, varios años atrás, la urbanización de la Playa de Poniente, como un primer acercamiento a lo que será el asalto de la costa como espacio para construir y que se extenderá por toda la costa mediterránea española.
Pero eso no será impedimento para que otros proyectos vean la luz y la ciudad comience una expansión de su caserío desconocida hasta entonces. Las casas señoriales, las viviendas humildes, las arruinadas, cualquier espacio de aquel casco antiguo con un entramado medieval era bueno para levantar un bloque de pisos. Pero también era el momento de ir abriendo nuevos espacios, en casi todas las direcciones: el desarrollismo desaforado, que se había extendido por un buen número de ciudades de España y, sobre todo, de la costa mediterránea, llega hasta las calles y plazas motrileñas, elevando significativamente los volúmenes y alturas a los que, hasta entonces, estaban acostumbrados sus vecinos. Precisamente a partir de aquel Plan Comarcal, se establece, en 1967, lo que es la Organización Urbanística de Motril y Torrenueva 67, que completa el desarrollo colonial de las construcciones realizadas en Carchuna a partir de
1958. Significa, sin duda, un cambio estructural y de planificación urbanística, bastante alejado de lo que había sido la construcción de viviendas hasta mediados del siglo XX.
Será también un momento importante para la transformación de algunas de nuestras localidades anejas: se realiza la conexión a la red de agua potable( 1960) y el Paseo Marítimo( 1962-
3), en Torrenueva; se realiza la ordenación urbana de Carchuna( 1967)… y nace un nuevo anejo en los, hasta entonces, ignorados terrenos, apenas dedicados a la agricultura, y bastante visitados a lo largo de nuestra historia por piratas y contrabandistas.
Ya desde finales de los años sesenta y, sobre todo, con la década de los setenta, la ciudad de Motril se convierte en un foco de atracción poblacional manifiesto dentro de la comarca e, incluso, con respecto a sus propios anejos. De hecho, localidades como Tablones, Torrenueva y La Garnatilla pierden ese volumen poblacional del que hablábamos diez años atrás. Hay un desplazamiento más que significativo hasta un Motril que se puebla de bloques de edificios y cuyas alturas sobrepasan cualquier ordenamiento. De alguna manera los motrileños son testigos de cómo determinados grupos de constructores comienzan una carre-
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INTERIOR HISTORIA DE MOTRIL. pmd 212 05 / 01 / 2011, 10:25