Una de las series más míticas de la ciencia ficción. Ahora que el género parece revitalizado, es un buen momento para recordar las series que abrieron camino y que, bien con el paso del tiempo o bien desde su emisión, han conseguido convertirse
en clásicos.
Sin duda, una de las más importantes es The Twilight Zone: consiguió traspasar la pujante ciencia ficción, que en los 50 estaba dando algunos de sus mejores frutos en el cine y en la literatura, a la pequeña pantalla, atrayendo además a un público
muy numeroso (no sólo a aficionados al género) ydándole respeto a este tipo de productos.
Ya desde su apertura, cada capítulo de la Dimensión Desconocida era una pequeña joya. Su cabecera es de las que se han
convertido en históricas: la voz de Rod Serling (creador y guionista de muchos capítulos de la serie) anunciaba que abríamos
una puerta hacia lugares que nunca antes habíamos visitado. Y así era, porque los argumentos de cada episodio eran delirantes muestras de la imaginación de sus guionistas.
La serie tuvo algo parecido a un piloto (en realidad fue un episodio rechazada) en el que se narraba un viaje en el tiempo al
momento en que Pearl Harbour era atacada por los japoneses. Paradojas temporales contadas desde una perspectiva científica, siempre con la idea de que el espectador pudiese creerse que, realmente, aquella “dimensión desconocida” podía ser
real.
La estructura cerrada de sus episodios (no había continuidad entre unos y otros); los numerosos giros de la trama; el toque
final, que siempre descolocaba al espectador… Muchos de los elementos de las posteriores series de ciencia ficción y misterio
están ya en ese primer episodio que, sin embargo, fue en un primer momento rechazado por la CBS. De hecho, el primer
episodio como tal de La Dimensión Desconocida es “¿Dónde están todos?” de 1959.
El éxito no fue abrumador. La serie original duró cinco temporadas, ante una crítica que aún veía a la ciencia ficción como
un género menor. El público la apoyó y, sobre todo, The Twilight Zone contó con algunos nombres clásicos del género como
guionistas de sus capítulos. Además de Serling, que escribió más de 80 de los 156 episodios originales, nombres como Richard
Matheson (Soy Leyenda, El Increíble Hombre Menguante) o Ray Bradbury (Farenheit 451, Crónicas Marcianas).