PREPARATORIA
Partenón, levantaron un conjunto que llamaba la atención por su
riqueza y variedad así como por el acabado de sus detalles.
En el lado sur del edificio se levanta el gracioso Pórtico de las
Cariátides, en el que el arte clásico nos ofrece su versión de aquellas
estatuas arcaicas puestas al servicio de la arquitectura. Todas ellas
visten peplo con cinturón y se apoyan en una pierna flexionando la otra
según el conocido esquema clásico. Aunque siguen un modelo común
que proporciona armonía al conjunto, son todas diferentes en los
detalles del peinado y el drapeado en un afortunado recurso de
variatio. Su autor es desconocido aunque determinados detalles (paños
mojados etc.) las relacionan con el círculo de Fidias por lo que se ha
pensado en uno de sus discípulos, Alcámenes, como posible autor.
La escultura griega
Época arcaica (ss. VII-VI a.c.): La
escultura arcaica
numerosas influencias
presenta
orientales,
sobre todo egipcias. La rigidez y la
frontalidad de los Kuroi con su
pierna
adelantada
y
sus
brazos
estirados con los puños pegados al
cuerpo recuerdan a obras como la
tríada de Mikerinos. El tratamiento
anatómico
es
duro,
con
la
musculatura figurada por incisiones,
no modelada, y con evidentes incorrecciones en el tratamiento de las
articulaciones (rodillas).
Aparecen también numerosos rasgos decorativos como los peinados
con rizos geométricos perfectamente simétricos o el tratamiento
caligráfico de los pliegues del hymation, la túnica de lino plisada que
suelen vestir las Korai. Hay una serie de convencionalismos de
representación que caracterizan a la escultura arcaica: los ojos
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