PREPARATORIA
Los
propileos
clásica,
S.
(época
V
a.c.
Mnesikles): Entre los años
437 y 432 el único acceso de
la Acrópolis, en su flanco
occidental, fue recubierto
por un gigantesco doble
pórtico
de
mármol
pantélico bajo la dirección
del arquitecto Mnesiklés.
Aunque la obra no llegó a terminarse, entre otras causas por la
oposición de los sacerdotes que custodiaban el recinto de Artemis
Brauronia, que no quisieron ceder un solo palmo de su terreno, la parte
construida fue suficiente para que en el siglo II d.C.
Pausarías
pudiera decir que no había en el mundo otro pórtico que igualase la
magnificencia de aquél.
Sus dos frentes, el que daba al exterior de la Acrópolis y el que se
encontraba dentro del recinto, tenían forma de fachada dórica
hexástila, con el intercolumnio central más ancho que los restantes
para dar paso holgado a la calzada que ascendía por la ladera.
El pórtico
exterior presentaba a los lados de ésta dos plataformas,
como aceras muy altas, cada una con tres columnas jónicas, orientadas
en sentido perpendicular a la fachada, que contribuían a sostener el
suntuoso techo de mármol, decorado con estrellas sobre fondo azul.
A continuación de esto, se encontraba el muro, atravesado por cinco
puertas: una central, ancha, correspondiente a la calzada, y dos
pequeñas sobre cada una de las plataformas laterales.
Aparte
de
los
pórticos
propiamente
dichos,
Mnesiklés
había
proyectado dos edificios adosados a ambos lados, de estos solo llegó a
constituirse uno, el llamado «pinacoteca».
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