Hierro y Acero Edicion 83 | Page 7

Noticias AIST 7 Excelente jefe, compañero, amigo y maestro, creo su pasatiempo era escuchar y ayudar al prójimo sin importar a quién; por más ocupado que estuviera, tenía esa serenidad, humildad y paz para interrumpir actividades, saludar desde la persona que hacía el aseo, recolector de basura, operario, empleado, cliente, proveedor, empresario y tratarlos por igual. Durante el tiempo que tuve el privilegio de trabajar para él desde julio de 1995 me decía: “La puerta siempre estará abierta”, “Trata a los demás como te gustaría ser tratado”, “Tu mano izquierda no debe saber lo que da la derecha”, “La familia es lo más importante”, “Siempre haz lo correcto”, “Aprende todo y de todos, no dejes de ayudar”, “No es lo que uno tiene, sino lo que haces por los demás”, entre tantas enseñanzas. Confiaba en las personas, veía lo bueno en todos y encontraba la forma de hacernos mejores. Su presencia, educación, integridad y buen vestir nunca evitó que se quitara el saco y levantara las mangas de la camisa para ayudar. No necesitaba dar órdenes, lo seguíamos por su ejemplo, conocí personas que decían trabajarían gratis para él. Abrumados con trabajo, aparecían chocolates en los escritorios. Esta característica suya, le mereció siempre dijeran “Hace honor a su apellido”. Muchos todavía sentimos la calidez de su amistad, la presión de su mano franca y el aliento de sus palabras. Quienes tuvimos el privilegio de conocerlo, quererlo, respetarlo, admirarlo y compartir días de trabajo, creemos que su existencia no ha terminado ni se ha extinguido con su partida; es más, estamos seguros de que la llama encendida en la Industria Refractaria trascenderá y perdurará a través de todos uds., su esposa, hijos, nietos y profesionistas que contribuyó a formar iluminando muchas vidas. La vida brinda oportunidades en momentos irrepetibles y posiblemente, muchos amigos, colegas y desconocidos no hayamos tenido ni buscado la oportunidad de agradecerle lo suficiente, pero hoy no debemos perder esta posibilidad. En este momento y en este escenario, se hace necesario expresar al Ing. Caballero, una palabra de agradecimiento y retribución por los años dedicados a la Industria Refractaria. Un sencillo “gracias”, tal vez no alcance en comparación con la desinteresada ayuda recibida, pero es una palabra que dicha de forma sincera nos enriquece e ilumina el alma como un rayo de luz. Estamos seguros de que esta gratitud subirá al cielo. No es importante la edad a la que uno muere, lo que realmente importa, es la intensidad con la que se vive la vida. No se muere cuando se ha cumplido a cabalidad la tarea que Dios nos ha encomendado en nuestro paso por la vida, segura que se fue con la satisfacción del deber cumplido. Un hombre así, que a su paso por esta tierra, pisa fuerte y deja huella profunda, no se aleja del mundo, sólo reposa en la casa del Padre y en nuestros corazones. Hasta el cielo, QEPD Ing. Caballero y gracias por su vida. JUL-SEPT 2020 ASOCIACIÓN TECNOLÓGICA DEL HIERRO Y ACERO AISTMEXICO.ORG.MX