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In Memoriam
Miguel Ángel
Pedroza Contreras
iguel nació en la Ciudad de México el 7 de abril de 1951.
Desde pequeño se distingue en sus estudios, siendo
reconocido al término de la primaria como el alumno más dis-
tinguido de su escuela por su conducta y aprovechamiento
durante el año 1963. Como parte de este reconocimiento, el
presidente de México el Lic. Adolfo López Mateos lo recibe en
el Palacio Nacional.
Al terminar sus estudios de prepara-
toria ingresa a la Universidad Nacional
Autónoma de México, donde obtiene
el título de Ingeniero Químico Meta-
lúrgico en 1975. Posteriormente, con
una beca del CONACYT, obtiene el
grado de Maestría en Metalurgia en la
Universidad de Sheffield, Inglaterra,
en 1976.
A su regreso a Mexico, se incorpo-
ra al Instituto Mexicano de Investiga-
ciones Siderúrgicas (IMIS) en Saltillo,
Coahuila. Durante este período traba-
ja en proyectos para diversas empresas
siderúrgicas del país como Fundidora
de Fierro y Acero de Monterrey, HYL-
SA, TAMSA, Peña Colorada y AHMSA.
Entre 1977 y 1978, con una beca del
IMIS, se capacita en investigación apli-
cada en aglomeración (peletización)
en el CENIM (Centro Nacional de In-
vestigaciones Metalúrgicas) en Madrid,
España, donde demuestra gran interés
por desarrollar al máximo las activida-
des programadas para su estancia. Para
completar su formación investigadora
teórico-experimental sobre el benefi-
cio de minerales y su utilización en la
fabricación de arrabio, realiza visitas a
plantas siderúrgicas de Empresa Nacio-
nal Siderúrgicos S.A.(ENSIDESA), Ve-
rinia y Altos Hornos del Mediterráneo
(AHMSA), todas en España.
A su regreso a México en 1978 traba-
ja en el Instituto Tecnológico de Salti-
llo y participa en la creación del Centro
de Graduados e Investigación. En 1980
inicia su período laboral en HYLSA, el
cual se extendió por 20 años.
Profesionalmente fue un ingeniero
muy audaz, con una capacidad espe-
cial para identificar lo que es realmen-
te importante en el proceso y plantear
las líneas de acción en la solución de
problemas. Durante su trabajo en HYL-
SA durante la década de los 90 impulsa
siempre la necesidad de modernizar el
proceso que ya presentaba un rezago
tecnológico importante con hornos
eléctricos ineficientes y proceso de co-
lado en lingoteras. Defiende la necesi-
dad de incorporar las tecnologías más
novedosas que surgían en ese momen-
to, dándole a HYLSA un salto tecno-
lógico impresionante al decidirse una
nueva planta que incluyó novedades
tecnológicas como la incorporación de
hornos de corriente directa con siste-
mas de precalentamiento de chatarra y
la instalación de la colada continua de
planchón delgado bajo el proceso CSP.
En ese momento HYLSA pasa a ser una
referencia mundial en la producción
de acero.
Miguel tenía una visión clara sobre
la necesidad de desarrollar modelos y
sistemas de automatización de los pro-
cesos metalúrgicos que ayudaran a me-
jorar el entendimiento de los fenóme-
nos físicos y químicos para optimizar
la producción de la planta. Con este
enfoque formó grupos de trabajo con