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y la oportunidad para la industria siderúrgica nacional es producir
los aceros especiales para todos esos autos; aceros que hoy
se importan mayoritariamente. El tamaño de esta oportunidad
para la industria siderúrgica mexicana puede vislumbrase en la
gráfica 3.
Gráfica 1
México tiene un gran potencial de crecimiento en el consumo
de acero por habitante, como se ve en la gráfica 2, en la que
llaman la atención varios aspectos: México, con un PIB per cápita
muy similar al promedio de Latinoamérica y ligeramente inferior
al del mundo, tiene un consumo aparente superior al de Latinoamérica, pero inferior al promedio mundial. Por otra parte, USA y
Canadá, así como los países de la Unión Europea, con PIB muy
superior al de México (entre 3.5 y 5 veces más altos), muestran
consumos de acero per cápita del doble. Esto pudiera interpretarse como el techo de nuestro consumo (alrededor de 300 Kg
por habitante), si no pusiéramos atención a los datos de China
que, con un PIB muy inferior, consume más de 500 Kg por habitante. Los números hablan muy claro del acelerado crecimiento
de infraestructura que está ocurriendo en China.
Gráfica 2
La industria automotriz mexicana
México es el octavo productor mundial de vehículos ligeros y
exporta 8 de cada 10 unidades que produce. En 2013 se fabricaron 2 millones 930 mil unidades y la tendencia de crecimiento
es impresionante: 8.3% en el primer trimestre del 2014. El reto
Gráfica 3
La oportunidad petrolera
El desarrollo de las técnicas de perforación fracking y para aguas
profundas ha propiciado un cambio de tendencia en la producción de hidrocarburos en Estados Unidos, que llevaba más de
30 años cayendo; en 2011 presentó un déficit petrolero (considerando petróleo y gas natural) de 345 mil millones de dólares,
y para 2020 se espera que llegue a tener un superávit de 20 mil
millones, convirtiéndose en el mayor exportador mundial.
En México, la Reforma Petrolera impulsará la construcción de
gasoductos, la perforación con técnicas de fracking en el noreste
mexicano y la perforación en aguas profundas, entre otras, gracias a la inversión de capital privado en todos estos rubros. Sólo
por concepto de gasoductos, se espera una inversión de 11 mil
700 millones de dólares en los próximos 5 años, equivalentes a
5 mil 750 km lineales de tubería de acero.
Esta tendencia en Estados Unidos, junto con la Reforma Petrolera
en México, permite visualizar un gran crecimiento en la demanda de tubo de acero de alta especificación en la región NAFTA.
Conclusión
La industria siderúrgica mexicana se encuentra en un buen momento: ha mantenido un crecimiento moderado au n cuando
la región NAFTA no ha crecido en 10 años; aún se encuentra
muy lejos del techo de consumo de acero y tiene frente a sí
una gran oportunidad de generar empleo y crecimiento si puede
capitalizar la ventaja que representan el extraordinario desempeño de la industria automotriz y el cambio que se está gestando
en la industria petrolera regional con las nuevas tecnologías de
fracking y perforación en aguas profundas, así como la reforma
petrolera. Hay un futuro promisorio para la industria y con ello
grandes oportunidades de empleo para quien desee hacer una
carrera en este sector.
19 HIERRO yACERO/AIST MÉXICO