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editorial
EDITORIAL
Para la industria siderúrgica de México, la llegada de nuevas armadoras automotrices y la
ampliación de las instalaciones de las que ya operan en el país, representan una gran oportunidad de crecimiento.
En los últimos años, México se ha posicionado dentro de los primeros 10 países productores de
vehículos ligeros en el mundo, al alcanzar en 2013 por primera vez la cifra récord de 3 millones
de autos fabricados y se espera que alcance los 4 millones de autos para el año 2018.
De acuerdo con IHS Automotive, México tendrá en el año 2020 la capacidad de ensamblar un
vehículo de cada cuatro en Norteamérica, desde la proporción de uno de cada seis en el 2012.
Se espera también que durante estos años, las exportaciones de autos fuera de Norteamérica
fabricados en México crezcan más rápidamente que las de Estados Unidos.
El creciente rol de la industria automotriz de México a nivel internacional, es una enorme
oportunidad para las empresas siderúrgicas de nuestro país.
Es el caso del Centro industrial Ternium, que arrancó operaciones en septiembre de 2013 en el
municipio de Pesquería, Nuevo León, dedicado a la producción de lámina de acero laminada en
frío y galvanizada para las aplicaciones más exigentes de la industria automotriz; aceros de alta
especificación que hasta hoy las armadoras en México tenían que importar.
Es el centro industrial acerero más avanzado de toda América Latina por su tecnología, nivel de
automación e impacto ambiental. Ha requerido una inversión de más de mil 100 millones de
dólares, la más importante en el estado de Nuevo León en los últimos 10 años.
Gracias a esta inversión, las automotrices y las empresas que producen autopartes y bienes de
consumo durable podrán contar una provisión local calificada, asociada al servicio, la asistencia
técnica, la investigación y desarrollo de producto para fortalecer su competitividad y crecer
hacia el mercado interno y la exportación.
Este proyecto es un claro ejemplo de que en México se puede producir acero con capacidad de
competir en cualquier parte del mundo, en condiciones de competencia internacional justa,
apostando al crecimiento de la competitividad de la industria en el largo plazo.
Con inversiones como ésta, México avanza hacia una mayor integración industrial; utilizando
tecnología avanzada, creando productos de altísima especificación, sustituyendo importaciones,
articulando su sistema productivo en una cadena de valor de elevada calidad, impulsando la
capacitación técnica y creando empleos bien remunerados, con profesionalidad, tecnología,
innovación y capacidad exportadora.
Si todos seguimos trabajando de forma conjunta, continuaremos fortaleciendo la competitividad
de la industria siderúrgica de México y, gracias a su efecto multiplicador total, de la economía
en su conjunto.
Máximo Vedoya
Presidente Ejecutivo
Ternium en México
3 HIERRO yACERO/AIST MÉXICO