Hierro y Acero Edicion 42 | Page 23

comprobó que estas nervaduras tenían una prestación adicional como aletas disipadoras de calor, las cuales contribuyeron a disminuir la temperatura en dicha zona de la cuchara. En la figura se muestra en detalle el nuevo labio removible, la parte superior de la cuchara donde se aprecia el aro de refuerzo en la zona del labio de la cuchara, las nervaduras de fijación y el aro intercalado (doble rigidización) de la línea de escoria. Refuerzo labio sup. Nervaduras Refuerzo línea escoria nuevo Refuerzo línea escoria original Figura 12 6- EVALUACIÓN TERMOGRÁFICA A los efectos de tener un seguimiento de las temperaturas de trabajo de las cucharas, debido a los periódicos cambios de materiales refractarios y teniendo en cuenta que las temperaturas actuales superan los 350°C permitidos por el material ST 41, se decidió generar una actividad de mantenimiento predictivo con seguimientos termográficos de las cucharas, estudiando las temperaturas de las distintas zonas de la misma, teniendo en cuenta distintas vidas de refractario, y cada uno de los principales momentos del proceso, llenado en convertidores, calentamiento en Horno Cuchara, y vuelco para vaciado luego del colado en colada continua. Los defectos reportados por problemas de temperatura incluyen deformaciones de la cuchara en diferentes zonas, particularmente en la zona de los muñones, desgaste del labio de descarga, abarrilamiento sobre la línea de escoria, deformación y aparición de fisuras en el fondo de la cuchara. Un aspecto particular que posiblemente afecte los estados tensionales en las paredes de las cucharas está definido por las tensiones circunferenciales o de suncho del material refractario debido a su dilatación térmica. Por lo tanto se espera que el material de las cucharas esté sometido a daños por Creep o termofluencia. Éstos son los principales mecanismos de fallas de componentes metálicos sometidos a la acción simultánea de esfuerzos mecánicos y temperaturas. Este seguimiento permite obtener con detalle las temperaturas de la carcasa, evaluar los esfuerzos generados en la misma por los ciclos térmicos, y realizar un seguimiento durante la campaña para ver cómo evoluciona con el desgaste del revestimiento de refractario. En estas visiones termográficas se pueden apreciar la