semblanza
Revolución de procesos
Al ser adquirida Sibalsa los cambios llegaron inmediatamente. Luego vinieron más compras en otros países y sería
hasta 2006 cuando finalmente adquirió la planta hermana
de productos largos llamada Sicartsa, la cual ya había sido
privatizada.
Ésa era una oportunidad inmejorable para tomar control de
todo el complejo siderúrgico de Lázaro Cárdenas, el cual
cuenta con una operación integrada y en un lugar privilegiado. Las dos plantas vecinas, minas, puerto con salida al
Océano Pacífico, acceso al sistema ferroviario mexicano,
cercanía terrestre y marítima a la mayor economía del mundo, y sobre todo, en un país con un elevado potencial de
crecimiento.
“Al estar en Lázaro Cárdenas es
inevitable pensar en el mercado
de Estados Unidos. Pero cuando uno ve con detalle todo el
panorama, y se da cuenta del
potencial del mercado mexicano, nos damos cuenta de
lo mucho que hay por hacer en
México”, comenta por su parte
Bill Chisholm, nuevo Director General de ArcelorMittal México.
Crecimiento llama… crecimiento
Lograr cambios radicales en la producción no es algo nuevo para ArcelorMittal. Sibalsa producía 500,000 toneladas anuales y en sólo ocho años se elevó a 4 millones de
toneladas.
La misma receta se repitió con Sicartsa, la cual había estado inactiva por casi cinco meses; allí también llegó un cambio notorio que llevó a la empresa a sumar una capacidad
instalada de casi 7 millones de toneladas de acero crudo.
Fuertes inversiones en minería seguirían en los proyectos
de ArcelorMittal en México, la más importante de ellas se
inauguró en 2008 en el estado de Sonora, donde un proceso de extracción, procesamiento y embarque de mineral
de hierro se puso en marcha, demostrando así la intención
de la empresa de lograr la necesaria autosuficiencia en el
suministro de mineral de hierro.
Hoy, ArcelorMittal México no sólo es Lázaro Cárdenas,
donde se concentra la mayoría de sus actividades productivas. La empresa tiene presencia industrial en Celaya,
Guanajuato; Tultitlán, Estado de México; Córdoba, Veracruz, además de controlar las operaciones de la planta de
Vinton, Texas, en territorio estadounidense