editorial
Dr. Alberto Pérez
Unzueta
Coordinador Académico del Programa
Doctoral en Ingeniería de Materiales
Facultad de Ingeniería Mecánica y Eléctrica
Universidad Autónoma de Nuevo León
San Nicolás de los Garza, Nuevo León
EDUCACIÓN,
Fundamento de la nueva
sociedad del conocimiento.
El ser humano se ha caracterizado por su necesidad de conocer el mundo que lo rodea.
Así desde tiempos inmemorables, ha dedicado gran parte de su diario quehacer a observar,
entender y explicar las maravillas de la naturaleza. Acompañada a esta actividad, siempre
ha existido la necesidad de aplicar y enseñar lo
aprendido. La enseñanza ha sido desde siempre una noble actividad, de gran respeto y gran
responsabilidad. Desde las viejas escuelas iniciáticas, donde el conocimiento era guardado
celosamente por los maestros y transmitido a
los pocos elegidos iniciados, hasta la universalidad de la educación libre y laica que prevalece en la mayoría de la cultura moderna, el
ser humano le ha dado gran importancia a la
enseñanza. Para sobrevivir, el ser humano tiene que transmitir su conocimiento. Es así que
una importante industria como lo es la del hierro y el acero o industria siderúrgica, para que
sobreviva, debe darle una gran importancia a
la educación. La Revolución Industrial de finales del siglo XVIII, le debe mucho al desarrollo
de la industria del hierro y del acero. Pero no
es hasta la Segunda Guerra Mundial cuando
esta industria experimenta un gran desarrollo
que prevalece hasta la última década del siglo
XX, cuando se enfrenta a una severa recesión.
Casi todas las grandes universidades poseen un departamento dedicado a la minería
o la metalurgia. Pero la imagen de la industria siderúrgica en la memoria colectiva de la
sociedad, como una industria vieja, sucia, en
condiciones de trabajo físico demandante,
comparándola con industrias más modernas
como la automotriz, la aeronáutica, la electrónica, etc., aunada a la recesión de finales del
siglo XX ha motivado que un gran número de
jóvenes busquen estudiar o especializarse en
carreras diferentes a la ingeniería metalúrgica. Sin embargo, un repunte de la industria a
partir del año 2004, cuando supera por primera vez, una producción mundial de acero
por arriba de los mil millones de toneladas,
la modernización de la industria y la reactivación económica, ha requerido que la industria
siderúrgica demande profesionistas, ingenieros e investigadores especializados en este
campo. Es así que los grandes consorcios siderúrgicos de nuestra época buscan asociarse con las universidades para motivar a más
estudiantes a seguir una carrera de ingeniero
metalurgista, o un postgrado en la misma área.
La vinculación entre la industria siderúrgica
4 HIERRO yACERO/AIST MÉXICO
y las universidades ha sido muy importante
en países europeos, los Estados Unidos y
Japón. En México, son pocos los ejemplos
de una vinculación exitosa entre la industria
metalúrgica y las universidades. La FIME de
la UANL es uno de estos exitosos ejemplos.
Las universidades, al responder a la demanda
de una industria más diversificada, optaron en
transformar la carrera de Ingeniero Metalurgista en Ingeniero en Materiales, acción que ocurrió a finales del siglo XX y principios del XXI a
nivel mundial. Por otro lado, la especialización
cada vez más estrecha de las profesiones y al
requerimiento de profesionistas con una visión
más amplia del mundo global, ha motivado al
surgimiento de la “Sociedad del Conocimiento”, en la cual se coloca al conocimiento en el
centro de la producción de riqueza. Enfatizando que lo más importante no es la cantidad
de conocimiento, sino la productividad del
conocimiento. El recurso básico es el saber
y la dirección de aplicar el conocimiento para
generar más conocimiento debe basarse en
un esfuerzo de sistematización y organización.
La Universidad Autónoma de Nuevo León, a
través de la Facultad de Ingeniería Mecánica y
Eléctrica, fiel a su tradición de observar y satisfacer a su comunidad, a la sociedad industrial y
a la futura sociedad del conocimiento que estamos todos construyendo ya, ha mantenido
una constante renovación de sus programas
educativos, teniendo una carrera de Ingeniero en Materiales que satisface no sólo la demanda del importante sector siderúrgico de la
región y del país, sino que sus egresados puedan ser competitivos a nivel internacional, en
varios campos de la Ingeniería de Materiales.
Adicionalmente cuenta con un postgrado a nivel de Maestría y Doctorado en Ingeniería de
Materiales, enfocados a la investigación aplicada que satisface la necesidad de la Industria de tener profesionistas, investigadores o
científicos que coadyuven en la investigación,
el desarrollo y la innovación tecnológica de
las empresas nacionales. Tanto en la carrera
de Ingeniero en Materiales como en el postgrado, la formación de los profesionistas se
basa en los procesos de aprendizaje y cuenta con programas curriculares flexible, que le
permiten al estudiante moldear su formación
hacia las áreas de su interés. La FIME mantiene la tradición de la Universalidad de la Universidad Pública en beneficio de la sociedad.