canacero
Al dar a conocer que el consumo de acero en 2006 creció
11.8%, al llegar a una cifra cercana a los 18 millones de
toneladas, Régulo Salinas Garza enfatizó que la siderurgia
nacional requiere de estrategias integrales por parte del
gobierno, así como un comercio justo para reforzar y
consolidar su competitividad.
Durante la celebración de la LIX Asamblea General de
la Cámara Nacional de la Industria del Hierro y del Acero
(CANACERO), en la que fue nombrado presidente del
organismo para el periodo 2007-2008, el también director
general de Ternium Hylsa afirmó que “las experiencias
recientes nos muestran acciones gubernamentales
parciales, sólo a favor de una parte del sector industrial,
mientras que el resto de la actividad productiva enfrenta
serios problemas”.
Al respecto, urgió al Ejecutivo a realizar acciones concretas
de corto plazo en materia energética que no requieren la
aprobación del Congreso, ya que la siderúrgica es una
actividad que consume el 31 por ciento del gas natural y
el 7 por ciento de la electricidad, lo que representa una
incidencia en su estructura de costos de hasta un 30 por
ciento.
Entre las acciones que enumeró sobresalen la eliminación
de la tarifa horario punta, ya que explicó, dicha tarifa se
estableció cuando la reserva operativa del país era del
orden de 6 por ciento. En la actualidad, agregó, esa
reserva es de 40 por ciento. “Para empresas que operan
veinticuatro horas, como las siderúrgicas, esta tarifa incide
directamente en la competitividad”, puntualizó.
En segundo lugar, mencionó la plena utilización del
gas asociado al carbón, que implicaría un aumento
sustancial a la oferta doméstica equivalente al 9 por
ciento del consumo nacional o a un volumen similar a
las importaciones actuales. Para lograr esto, subrayó,
se requiere la aprobación del reglamento de la ley
correspondiente.
Y por último, habló del ajuste a la política de uso del
combustóleo para permitir que cuando se tengan
excedentes por la baja de consumo de la Comisión
Federal de Electricidad, se venda a los usuarios nacionales
en lugar de venderlo al precio spot internacional, lo que
en ocasiones ha resultado en un precio 30 por ciento por
debajo del precio nacional.
Respecto a la necesidad de un comercio justo, Salinas
Garza afirmó que China es la nueva fuerza dominante a
nivel internacional, al representar el 34 por ciento de la
producción mundial en 2006. Sin embargo, dijo, “es una
fuerza que desequilibra el mercado, ya que las principales
empresas son propiedad gubernamental, reciben
subsidios y tienen una sobrecapacidad productiva que los
obliga a salir a los mercados internacionales con ventajas
artificiales”.
El representante empresarial mencionó que la presencia
de productos chinos en México ha crecido de forma
acelerada: de representar el 2 por ciento del total de
producto terminado en 2004, pasó al 11 por ciento el
año pasado y en algunos productos, como la placa, llegó
hasta el 40 por ciento, puntualizó.
Por lo anterior, calificó como una prueba de que las
condiciones de competencia con las empresas de China
no son iguales, la reciente decisión del gobierno mexicano
acerca de solicitar consultas con ese país en el marco de
la Organización Mundial del Comercio.
Advirtió también que esos subsidios señalados por México
no son los únicos que otorga esa nación a su industria, por
lo que pidió respuestas rápidas y efectivas a la Secretaría
de Economía a las denuncias de prácticas desleales de
comercio que la siderurgia nacional ha interpuesto contra
China, así como la aceptación e inicio de investigaciones
de las denuncias que se puedan presentar en el corto
plazo.
En este contexto, reconoció el apoyo de las autoridades
con las recientes decisiones anunciadas contra China en
las investigaciones de los productos de placa y tubería
petrolera.
Al anunciar inversiones por 4 mil millones de dólares para
los próximos seis años, el directivo subrayó además la
urgencia de las reformas fiscal y laboral; dijo también que
los esfuerzos para lograr la competitividad vía la reducción
arancelaria no son equitativos ni justificados y que la
estabilidad macroeconómica es un elemento crítico, pero
insuficiente para que la industria despliegue su potencial.
“Si juntos, autoridades y empresarios, trabajamos por
consolidar la competitividad del sector siderúrgico,
tendremos como resultado una industria de vanguardia,
capaz de desarrollarse en un ambiente de competencia
justa y que contribuya a fortalecer las cadenas productivas
del país, incluyendo las Pymes”, exhortó.
Con respecto a la situación de la industria en el 2007, el
presidente de Canacero indicó que la demanda de acero
continuará creciendo en niveles del 8 al 10%, de acuerdo
con los pronósticos actuales sobre el desempeño de la
economía mexicana.
En su oportunidad, Régulo Salinas Garza reconoció los
resultados de la gestión del Consejo Directivo saliente,
encabezado por Alonso Ancira Elizondo, presidente de
Altos Hornos de México.
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