enfoque cultural
cuadrados (cerca del doble de los 300 mm de diámetro
interior de hogar comúnmente utilizado por los hornos de
lupias o tochos ); y solo una tobera era utilizada. La altura
del horno no es conocida porque solo se conserva el hogar. El hierro fundido producido era refinado en hierro de
bajo carbón en hornos de forja adyacentes (8).
El cañón llegó a ser un producto particularmente lucrativo. El primer cañón de fundición de hierro fue reportado en Frankfurt am Main en 1390 D. C. Durante 40 años
más, los cañones estuvieron siendo construidos en Italia,
Francia y también donde en lo que ahora es Alemania. En
1490, el alto horno ( horno de gran soplo, como era cono-
cido ) fue introducido a Inglaterra desde Francia por una
orden del Rey Enrique VII para hacer cañones, ya que en
la guerra de 1449 – 1450 en Francia, la artillería francesa
destruyó 60 castillos en cuatro días y rechazaron a los ingleses de Francia (9).
Conforme se acumuló experiencia en operación de
hornos, el trabajar con dos fuelles en forma alternada con
una sola tobera llegó a ser práctica común para tener el
suministro de aire más suave ya que la gran cantidad de
ruido manejado era impresionante. El comentario de un
visitante a un horno en Italia en 1470 D. C. ha sido conservado: “El ruido y trueno de los fuelles son tan estruendosos como una tormenta – no existe algo para comparar
con esto”. Esto parece sin duda haber sido el origen del
término para este tipo de horno en el idioma inglés “blast”
furnace ( horno de explosión, golpe de aire ) relacionado
34 HIERRO y ACERO/AIST MÉXICO
directamente con la producción de hierro fundido.
Una vez que el aire de combustión podía ser suministrado en volumen y presión más altos, la productividad del
horno se incrementó aumentando el área de hogar y la
altura de la columna de alimentación. Sin embargo, estos puntos se incrementaron lentamente con el tiempo,
en parte a causa de la competencia de hornos de lupias
existentes haciendo tochos directamente, pero también
a causa del conservadurismo innato. Afortunadamente,
un generalizado libre intercambio de experiencias ocurrió
a través de Europa e Inglaterra, pero la experimentación
que tuvo lugar estuvo basada en varias teorías mal informadas y prejuicios.
Los perfiles verticales
interiores de los hornos pasaron por algunas variaciones extrañas durante los siglos
XVII y XVIII las cuales
fueron revisadas en
1812 por un francés
llamado Hassenfratz
y reproducidas como
dibujos en Wertime
(10)
. Hassenfratz también definió como un
alto horno (horno de
gran soplo) cualquier
columna o cuba de
más de 4 m de altura.
El punto fue básicamente el flujo de materiales granulares. La
forma que vino a ser
ampliamente utilizada
por el siglo XVIII tenía
un estrecho, crisol alto
y después un cambio repentino hacia un hueco ancho y
una larga disminución gradual hacia un extremo superior
estrecho. La altura total era cerca de 10 m. Lo que es sorprendente es que el horno operó tan bien como lo aparentaba y estuvo aún en uso en los Estados Unidos hasta
principios del siglo XIX. Una peculiaridad que apareció en
un principio y que no fue eliminada sino hasta el siglo XIX
fue una extensión superficial rectangular del lado del hogar interno opuesta al lado de la tobera hasta formar un
hogar frontal. El metal fundido fluía hacia este hogar, por
debajo de un dique y su superficie estaba cubierta con
una mezcla de carbón y tierra para disminuir la pérdida de
temperatura. A partir de esto, el metal del hogar frontal,
podía ser recogido hacia fuera o extraído a través de un
agujero secundario.