acería
En realidad, cualquier tecnología ofrecerá ventajas si se
parte de “cero”, la diferencia radica en la eficiencia con la
que el oxígeno es suministrado al horno de fusión para hacer su trabajo en forma eficaz.
¿Eficiente y eficaz?. Lo cual en primera instancia suena a
lo mismo, pero no es así.
He aquí el meollo del asunto.
En el diccionario encontramos que eficiente es “que consigue un propósito empleando los medios idóneos” en
este caso seria la tecnología que se prefiera.
Y que eficaz es “que logra hacer efectivo un intento o propósito” que en este caso sería ¿qué tan efectivo está resultando la aplicación del oxígeno en nuestro proceso?
En general, todas las tecnologías tratan de suministrar
este insumo de forma eficiente, con jet coherentes, como
los co-jet, acercar el punto de aplicación como lo hacen
los jet box, sumergir el inyector en la línea de escoria como
la Virtual Lance, etc.
Sin embargo, una mala aplicación (colocación) o desconocimiento operativo de la misma, puede hacer que el
oxígeno no trabaje de forma eficaz.
Se logran resultados cierto, porque es energía a fin de
cuentas, pero ¿cuánto de lo que ocupamos se transforma
realmente en trabajo efectivo?
Lo anterior nos llevó a enfrascarnos en una aventura de
desarrollo tecnológico interno.
Optamos por desarrollar nuestro propio software para
la aplicación de oxígeno, nuestras propias instalaciones,
nuestro propio inyector y lo más importante a seleccionar
el mejor punto para la aplicación de éste en el horno de
fusión.
INSTALACIONES
Se diseñó una rampa muy sencilla en cuanto a elementos
y automatismo para esta aplicación, con materiales que
teníamos en existencia en nuestro almacén (refacciones
de la lanza súper sonica, que opera en la puerta.)
Un lote de tubería de inoxidable para el oxígeno y acero al
carbón para el gas. La cual se instaló con el personal de
la planta.
7 HIERRO yACERO/AIST MÉXICO