Manual básico para la escritura de ensayos
Lenguaje, Educación e Innovación
La fenomenología de Berger y Luckman
Introducción
La fenomenología ha sido definida como la “ciencia de las esencias”. Esta perspectiva filosófica
surge a principios del siglo XX y tiene un fuerte impacto dentro del ámbito de las ciencias sociales.
Para este momento, el auge del positivismo había promovido una visión de ciencia basada en la
formulación de relaciones causales, por lo cual hubo un traspaso de las categorías de las ciencias
naturales al escenario de lo social. Ante tal “colonización” de lo social por lo natural, la fenomenología se presentó como una alternativa al investigador social para recuperar el mundo de lo “humano”
desde un enfoque distinto al positivismo. Así la fenomenología, desde los planteamientos de Berger
Tesis
y Luckman, es capaz de reconceptualizar la ciencia de lo social a través de un marco epistemológico
propio y una noción metodológica particular.
Desarrollo
Epistemológicamente, la fenomenología de Berger y Luckman observa dos aspectos. Por
Aspecto
un lado reconoce que los significados sociales son consensuados. Esto quiere decir que los sentidos
particular uno:
que se le asignan a las prácticas cotidianas, a las creencias, a las costumbres, etc., están determi-
la epistemo-
nados por la repetición misma de cada uno de esos fenómenos. Estas reproducciones habituales
logía
legitiman esas mismas prácticas, conocimientos, creencias y costumbres, de ahí que los valores
resulten consensuados. Inconscientemente, la sociedad asume que esos valores son los verdaderos
y significativos en la sociedad. Por otro lado, la postura fenomenológica de estos autores es capaz
de reconocer las ideas implícitas detrás de las prácticas sociales. En las actividades cotidianas y
habituales, en las creencias y costumbres descansan ciertas preconcepciones acerca de las cosas
y de la realidad.
Desde esta perspectiva epistemológica es posible reconocer cuáles son esas preconcep-
ciones y, sobre todo, comprender cómo se han formado y es precisamente en el consenso en donde
se reconocen las ideas implícitas. Para comprender mejor esto, se puede decir que la vida cotidiana
es la construcción de la realidad real, es decir, lo que sucede sin cuestionamientos ni dudas por
parte de los seres humanos. La realidad de lo que sucede diariamente, de lo que observamos y vivimos; es la realidad no cuestionada y aceptada por el mundo, por la sociedad que ha creado dicho
entorno. Diariamente se observan hechos que son considerados como la verdad absoluta, acontecimientos que se realizan de determinadas maneras de acuerdo a convenciones preestablecidas, son
precisamente estas realidades las no discutidas y por ello son aparentemente consensuadas en la
interacción del sentido común.
Aspecto par-
ticular dos: la
distancia de la realidad social. Cuando el fenomenólogo suspende el juicio hacia la realidad social y
metodología
sólo observa el fenómeno sin clasificarlo, sin juzgarlo como bueno o malo, agradable o desagrada-
Metodológicamente, la fenomenología de Berger y Luckman brinda la posibilidad de tomar
ble, es posible captar la esencia de una situación social. Es decir, no asigna ninguna clasificación,
sólo observa, intuye, con la intención de poder comprender las ideas implícitas en ese fenómeno sin
querer someterlo a una dinámica de relación causal. Esta manera de proceder facilita el análisis
de las prácticas sociales que se dan como evidentes entre los seres humanos y que el positivismo
no puede explicar. Son esos significados sociales, de los cuales la ciencia positiva no da cuenta, el
centro de análisis de la intuición fenomenológica. Una vez suspendido el juicio, lo latente y evidente
de las prácticas sociales, puede ser comprendido; la esencia de lo implícito se comprende y tanto
las preconcepciones como los consensos detrás de una situación social pueden ser abordados para
su estudio.
Conclusión
En conclusión, la fenomenología de Berger y Luckman atiende dos aspectos, fundamenta-
Recuperación
les para la ciencia de lo social, de manera diferente a la tradición positivista: el marco epistemológi-
de la tesis.
co y el procedimiento metodológico. En el primer aspecto, es factible reconocer los significados so-
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