Somos una ciudad viva porque tenemos murales, porque nuestras calles están inundadas de colores y alegría. Somos una ciudad que tiene ansias de cambio, lo sabemos por quienes con su arte se manifiestan por medio de la pintura.
Sin duda creo que, como ciudad de Concepción, necesitamos que existan lugares en los que los artistas puedan expresarse de manera libre y respetuosa, que se pueda irrumpir con el arte en cada calle, que se viva con manos llegas de pintura y no de sangre, que la delincuencia se combata con colores y no como balas.
Sin duda, avanzaremos cuando vivamos en un lugar en el que los centros culturales estén a la disposición de todos, en los que las personas decidan potenciarse y sacar a flote sus talentos, cuando se deje de mirar en menos a un artista, porque todos los necesitamos.
Quienes no aprecian el arte, es porque están inmersos, a tal grado en la frialdad exterior, que no son capaces de reconocer sus propias luces interiores.
En Concepción existen muchas academias, pocos centros abiertos para quienes deseen aprender y desarrollar su lado artístico. Aun así, con orgullo se le llama, “la cuna del rock chileno”, pero ¿qué tantas oportunidades les ofrecemos a nuestros talentos?
Demostremos lo poderosos que podemos ser, con nuestras voces unidas pidiendo que se nos reconozca, que se habrá paso a los que desean llenar de vida cada centímetro de nuestra ciudad. Porque somos nosotros los que haremos la diferencia, el cambio, el futuro, y está en nuestras manos decidir si queremos que existan más armas y balaceras, o más pinceles y tocatas.
Ciudad viva