Ante la necesidad de captar al público y de continuar ampliándolo, se adoptaron nuevas estrategias. Entrados al 1880, de la mano de Pulitzer y Hearst, Estados Unidos va a tomar la punta con dos productos periodísticos únicos y diferentes: el diario “sensacionalista” (vinculado a Pulitzer) y el “amarillista” (en relación a los productos de Hearst).
La prensa sensacionalista ( sensación, emoción o impresión) y La pensa amarillista ( accidentes, crímenes, adulterios y enredos políticos) marcaron un antes y un despues en el periodismo.
La escritura sencilla y fácilmente entendible fue una característica esencial para la difusión entre extranjeros de los productos periodísticos debido a su poco dominio idiomático.
En el período previo y durante la primera gran guerra la curiosidad actuó como estimulante y los diarios populares de masas se vieron ampliamente beneficiados.
¡El resultado principal fue que las noticias se convirtieron en un objeto de consumo masivo!
Desde un principio, el asequible precio de las publicaciones facilitaba el acceso a los inmigrantes para su fácil adaptación (Barrera, 2004).