Hatun Hillakuy 2008-Hatun Willakuy. Versión abreviada del Informe | Page 135

122 tipo de responsabilidad y culpan de todas las acciones a los militares y a quienes están muertos: Entonces el capitán nos inculpó y, como castigo, me mandaron con dos terrucos [miem- bros del PCP-SL]. Ahí es que lo han colgado de un árbol y empezamos a quemar con chamizos, con todo desperdicio, con tronquitos y empezaron a quemarlo y no se moría. Calatito nomás estaba, con las manos atadas. Eso fue nuestro castigo porque se nos esca- paron terrucos [subversivos]. 29 La población señala al capitán Samuray —responsable de la base en 1985— como uno de los militares más sanguinarios y violentos que haya tenido la base de Chungui. Por ejemplo, el primer presidente del comité de defensa civil fue Maurino Quispe, quien, por órdenes del capitán Samuray, fue asesinado junto con su vice- presidente, José Jaycuri, en 1985. Las razones no son claras, sin embargo, la gente de Chungui presume que el capitán Samuray lo castigó porque creía que era sub- versivo. Por su parte, la zona de Oreja de Perro había sufrido la incursión de los sinchis de Andarapa, quienes ingresaban esporádicamente desde 1982 a la zona para supervisar el funcionamiento del sistema de vigías, que había desaparecido en la mayor parte de las comunidades con las ejecuciones que el PCP-SL realizó en 1983. Sólo se mantuvo en Mollebamba, donde continuó funcionando hasta que se convirtió en un sistema de comités de defensa civil. En este lugar se estableció una base militar en 1985 que dependía de Apurímac. A su vez, se estableció, en 1986, una base militar en Pallqas, pero luego de un ataque fue desplazada a Chapi en 1987. Entre febrero y marzo de 1984, miembros del Ejército acantonados en Andahuaylas ingresaron a Oreja de Perro por Mollebamba, donde organizaron a la población en comités de defensa civil. A partir de entonces, se iniciaron incur- siones más sistemáticas a la zona de la Oreja de Perro tanto del Ejército como de los miembros de defensa civil de Mollebamba. Pronto se hicieron numerosas ma- tanzas y arrasamientos de pueblos. En toda la zona no existió comunidad o anexo que se librara de alguna incursión militar, con todo lo que ello implicaba: robo de bienes, animales, ejecuciones si encontraban gente cerca y la respectiva quema de casas. De acuerdo con los testimonios, la violencia provenía tanto de militares como de ronderos: La gente de Mollebamba decía «mátenlos. Maten al ratero, al terruco [subversivo] que nuestra comida se llevó, que hicieron masacre». Así decían los de Mollebamba. 30 La población recuerda que la actitud del Ejército cambió tras la llegada del mayor EP Miguel Seminario 31 designado como jefe de la base de Chapi entre octubre y diciembre de 1987: «Ese mayor Ayacuchano no permitía que se le golpee a los detenidos. Él reúne a la gente de los montes y hace el repoblamiento de Chapi antes del 25 de diciembre de 1987». 32 29 30 31 32 CVR. CVR. CVR. CVR. BDI-I-P602. Entrevista en profundidad. Chungui, Chungui. Varón de 60 años. BDI-I-P619. Entrevista en profundidad. Hierbabuena, Chungui. Varón de 38 años. Testimonio 202678. Testimonio 202678. Chungui, La Mar, 5 de noviembre de 2002.