HARRY POTER Y LA PIEDRA FILOSOFAL Harry_Potter_y_la_Piedra_Filosofal_01 | Page 71
poco de todo y pagó a la mujer once sickles de plata y siete knuts de bronce.
Ron lo miraba asombrado, mientras Harry depositaba sus compras sobre
un asiento vacío.
—Tenías hambre, ¿verdad?
—Muchísima —dijo Harry, dando un mordisco a una empanada de
calabaza.
Ron había sacado un arrugado paquete, con cuatro bocadillos. Separó uno
y dijo:
—Mi madre siempre se olvida de que no me gusta la carne en conserva.
—Te la cambio por uno de éstos —dijo Harry, alcanzándole un pastel—.
Sírvete...
—No te va a gustar, está seca —dijo Ron—. Ella no tiene mucho tiempo —
añadió rápidamente—... Ya sabes, con nosotros cinco.
—Vamos, sírvete un pastel —dijo Harry, que nunca había tenido nada que
compartir o, en realidad, nadie con quien compartir nada. Era una agradable
sensación, estar sentado allí con Ron, comiendo pasteles y dulces (los
bocadillos habían quedado olvidados).
—¿Qué son éstos? —preguntó Harry a Ron, cogiendo un envase de ranas
de chocolate—. No son ranas de verdad, ¿no?—Comenzaba a sentir que nada
podía sorprenderlo.
—No —dijo Ron—. Pero mira qué cromo tiene. A mí me falta Agripa.
—¿Qué?
—Oh, por supuesto, no debes saber... Las ranas de chocolate llevan
cromos, ya sabes, para coleccionar, de brujas y magos famosos. Yo tengo
como quinientos, pero no consigo ni a Agripa ni a Ptolomeo.
Harry desenvolvió su rana de chocolate y sacó el cromo. En él estaba
impreso el rostro de un hombre. Llevaba gafas de media luna, tenía una nariz
larga y encorvada, cabello plateado suelto, barba y bigotes. Debajo de la foto
estaba el nombre: Albus Dumbledore.
—¡Así que éste es Dumbledore! —dijo Harry.
—¡No me digas que nunca has oído hablar de Dumbledore! —dijo Ron—.
¿Puedo servirme una rana? Podría encontrar a Agripa... Gracias...
Harry dio la vuelta a la tarjeta y leyó:
Albus Dumbledore, actualmente director de Hogwarts. Considerado por
71